José Antonio Gil Yepes, directivo de Datanalisis, señaló que actualmente están planteados dos diálogos: Maduro-Trump y Gobierno-Oposición venezolana; aunque, la palabra adecuada para tales eventos, no es diálogo sino negociación.
Nota de Prensa
“En la medida que el bloque de países del Oriente no está invirtiendo lo suficiente, ni ha dado nuevos préstamos para sacar a Venezuela de la crisis, Maduro necesita de Occidente, léase Trump, para obtener la suspensión de las sanciones económicas, inversiones y préstamos para poner a andar su plan de reactivación sin tener que auto sabotearlo generando liquidez inflacionariamente”. Dijo Gil Yepes.
Agregó que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, necesita que Venezuela cambie su modelo económico y político para parar las migraciones, resolver otros temas delicados y el enfrentamiento de los países del Alba con los Estados Unidos y vecinos.
“Estimo que esta negociación es clara y sería apoyada por las grandes mayorías del espectro político;
en cambio, creo que un tercer diálogo gobierno-oposición tendría un amplio rechazo de los opositores venezolanos (20%), más el rechazo o indiferencia de los no definidos políticamente (60%)”.
Aseguró el analista, que si al gobierno, quien propone el nuevo diálogo, le interesara legitimarlo, tendría que transformarlo en negociación y esto supone precisar los intereses de parte y parte. “Los intereses del gobierno son lograr la legitimidad de la juramentación de Maduro el 10 de enero el próximo año, dado al desconocimiento de su elección por varios países.
Manifestó que el mayor interés de la oposición, es sustituir a Maduro en el poder con una nueva elección. “Esto pudiera ser planteado para arrancar a negociar con un precio alto, aunque entendiendo que tendría que transarse por condiciones que busquen, al menos, nivelar el campo político. Esas condiciones serían seguir las reglas constitucionales para juramentar al Presidente, renovar los rectores vencidos del Consejo Nacional Electoral, el Fiscal, el Contralor, el Defensor del Pueblo y los 13 magistrados cuestionados, lo cual supone que tales procesos los realice la Asamblea Nacional y no la Constituyente”.
Finalmente recalcó que otros temas -ya dialogados- no son la clave y desprestigiarán a los dirigentes opositores que adopten esa agenda.