El régimen de Nicolás Maduro ha generado una campaña de guerra sucia a través de las redes sociales para culpar al diputado y ex presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, del asesinato del concejal Fernando Albán. Hecho que ha sido calificado por diversos dirigentes de la oposición venezolana y defensores de Derechos Humanos como un crimen perpetuado por funcionarios de la policía política de Nicolás Maduro, reseña nota de prensa de Primero Justicia.
Con la utilización de cuentas falsas en la red social Twitter y bajo la etiqueta #BorgesTraidorAsesino el gobierno ha tratado de posicionar la matriz de opinión de que el concejal Albán se habría suicidado bajo la presión de Borges.
La versión del suicidio ha sido fuertemente cuestionada, pues familiares de Albán aseguraron que la noche anterior hablaron con él y lo sintieron fuerte. Además, sus compañeros de lucha y allegados sostuvieron que era un hombre católico; por lo que rechazan las declaraciones ofrecidas por el fiscal Tarek William Saab. Asimismo, la versión dada por Saab disiente de la ofrecida por el Ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, quien señaló que Albán se suicidó mientras estaba en la sala de espera para ser llevado a tribunales y no en el baño como en principio mencionó el fiscal.
De acuerdo con declaraciones de Borges, Albán lo acompañó a las recientes reuniones en la ONU donde denunciaron la grave crisis que afronta Venezuela”; por lo que denunció que su secuestro y asesinato fue un acto de retaliación contra él y todos los dirigentes de Primero Justicia que han mantenido una posición firme contra Nicolás Maduro.