Alphabet, la compañía matriz de Google, ha desarrollado una aplicación para luchar contra la censura en internet que probó en primer lugar en Venezuela con resultados positivos, explicaron a Efe los responsables del proyecto.
Se trata de la aplicación Intra, desarrollada por la unidad Jigsaw de Alphabet, especializada en el uso de la tecnología para hacer del mundo “un lugar más seguro”, según la empresa, y que fue pensada para combatir la manipulación del sistema de nombres de dominio.
Dicho sistema (DNS por su sigla en inglés) es uno de los elementos fundamentales en la estructura de internet, ya que asocia las peticiones de los internautas cuando teclean una dirección web con la página a la que desean acceder.
El jefe de producto de Jigsaw, Justin Henck, detalló a Efe que “es como la guía telefónica de la red. Conecta la dirección que escribes en el buscador con el sitio web correcto”.
Algunos gobiernos y organizaciones adulteran ese sistema para impedir el acceso de los internautas a determinadas páginas o aplicaciones, lo que se conoce como manipulación DNS y constituye una forma de censura poco conocida pero muy extendida en el mundo.
Un estudio publicado el año pasado por la Asociación de Sistemas de Computación Avanzados Usenix halló que más de 60 Estados en todo el planeta ejercen algún tipo de censura en internet mediante la manipulación DNS, entre ellos Venezuela, China, Turquía e Irán.
“Muchos de nuestros contactos en Venezuela, desde activistas a organizaciones políticas y periodistas, nos habían alertado de que no podían acceder a algunas páginas de medios de comunicación importantes”, indicó a Efe el jefe de servicios externos de Jigsaw, Dan Keyserling.
Jigsaw detectó un “incremento” de la censura a través de DNS en el país latinoamericano, y decidió usarlo como campo de pruebas para Intra antes de su lanzamiento a nivel global.
“Varias organizaciones y ciudadanos del país (Venezuela) usaron nuestra aplicación, y no solo funcionó para proteger contra la censura, sino que además su uso se extendió rápidamente -afirmó Keyserling-. Se volvió mucho más popular de lo que habíamos imaginado”.
El usuario que lo desee puede descargarse Intra en el teléfono móvil (disponible solo para Android), donde aparecerá como una aplicación más, y automáticamente se creará un canal encriptado que proteja as comunicaciones con el servidor y por tanto prevenga la manipulación DNS.
De acuerdo con un estudio publicado en agosto por el Observatorio Abierto de Interferencia en la Red, entre los sitios web bloqueados mediante manipulación DNS en Venezuela se encuentran los medios de comunicación El Pitazo, La Patilla y El Nacional.
Además, la aplicación móvil Zello, que funciona como un walkie-talkie y es empleada de forma habitual por parte de quienes han organizado protestas contra el Gobierno que dirige Nicolás Maduro, también ha sufrido varios ataques de manipulación DNS, agrega ese estudio.
A diferencia de otras formas de censura, la manipulación DNS no elimina de la red la página en cuestión, sino que impide el acceso a los usuarios al redirigirlos a otras web distintas a aquellas que querían visitar.
Por ello, se dan situaciones en las que los internautas tratan de acceder a un sitio de internet que ha sido manipulado y no son conscientes de ello, sino que piensan que quizá el enlace no funciona o que hay algún problema temporal.
En algunos casos, incluso el usuario que trate de entrar en una web afectada se verá infectado por un virus informático o se le descargarán elementos de “malware” en su ordenador.
“Hay casos en los que incluso los administradores del dominio no saben que están sufriendo este tipo de censura”, dijo el responsable de producto de Jigsaw.
“Cuando internet fue diseñado, no se encriptó. Por tanto, los servidores son relativamente fáciles de manipular”, apuntó.
Aunque las últimas versiones del sistema operativo de Google Android ya incluyen protección contra la manipulación DNS, Intra ofrece este servicio de forma gratuita a todo el mundo, también a aquellas personas que usan versiones más antiguas.
Por Marc Arcas/EFE