Fernando Albán: tu sacrificio no será en vano, por Ramón Flores

Fernando Albán: tu sacrificio no será en vano, por Ramón Flores

No puede ser en vano esta tragedia causada por el régimen de Nicolás Maduro, que al no cumplir con su responsabilidad de garantizar la vida de Fernando Albán tras detenerlo de forma arbitraria e ilegal, volvió a quedar con sus manos manchadas de sangre.

El concejal Fernando Albán era un ciudadano ejemplar, incansable luchador social, católico, incapaz de atentar contra su vida. En verdad resulta incoherente la historia creada por el régimen, tomando en cuenta que a través de los medios y redes sociales se filtró una información que en la necropsia de ley se debió colocar que falleció por inmersión (agua en los pulmones)





Y es que la comunidad internacional sospecha lo que realmente ocurrió en ese piso 10 de la sede del Sebin en Plaza Venezuela, por lo que distintos países exigen que se diga la verdad sobre el suceso registrado el pasado lunes 8 de octubre.

Es por ello que si en verdad Fernando Albán se “suicidó”, el régimen debería acoger la propuesta hecha por las Academias Nacionales, que al deplorar su muerte y las circunstancias que la rodearon, plantearon “la conformación de una Comisión Internacional de Expertos Independientes con el apoyo del sistema de derechos humanos de la ONU y de la OEA, como ha sucedido en otros países latinoamericanos, a fin de que realice una investigación imparcial sobre los hechos ocurridos y presente un informe público en breve plazo ante las autoridades competentes del Estado”.

No obstante, ya sabemos la respuesta: Nicolás Maduro y su cúpula lo impedirán, ni locos pedirán al FBI –tal como si lo hicieron por el caso de los drones con explosivos en la avenida Bolívar de Caracas-, que investigue la muerte de Fernando Albán, porque terminarían de confirmar ante el mundo lo que verdaderamente son. Por algo ya fueron denunciados por seis países ante la Corte Penal Internacional, por violar de forma reiterada y sistemática los derechos humanos de los venezolanos.

Y aunque sabemos de la naturaleza criminal de nuestro adversario, los que estamos del lado correcto de la historia tenemos dos compromisos con este nuevo mártir de la democracia como lo es Fernando Albán: el primero es no cesar en nuestra lucha como diputados y como activistas de derechos humanos para que la verdad y la justicia imperen en este triste episodio, para que toda la cadena de mando que tuvo bajo su responsabilidad la vida del concejal pague las consecuencias de sus actos, tal como lo señala el artículo 29 de la constitución, que establece que “el Estado estará obligado a investigar y sancionar legalmente los delitos contra los derechos humanos cometidos por sus autoridades (…) Las acciones para sancionar los delitos de lesa humanidad, violaciones graves a los derechos humanos y los crímenes de guerra son imprescriptibles”. En este punto, tampoco “se puede ir liso” el Fiscal General de la República nombrado por la espúrea Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, que contrariando lo que debe ser un defensor de los derechos humanos, un día se apresura a decir que se “suicidó” saltando desde un baño y horas más tarde cambia su versión y asegura que fue “desde una ventana panorámica de un pasillo”, amén de chocar con las versiones que difundieron otros altos funcionarios sobre el hecho.

El otro compromiso que tenemos con Fernando Albán es reunificarnos, tal como lo hicimos el día que lo acompañamos hasta su última morada, cuando representantes de todos los factores que hacemos vida en la oposición acudimos a despedirlo. Si algo debemos aprender es a sacar fuerzas de esta tragedia para dejar a un lado los egos y las aspiraciones individuales y centrarnos en el objetivo de sacar este régimen de odio, y posteriormente reconstruir a Venezuela.

Ese es el mejor homenaje que podemos hacer por Fernando Albán, para que su muerte no sea en vano.

 

Ramón Flores

Diputado a la Asamblea Nacional

Presidente del Parlamento Amazónico

@liderhumano