La presidenta de la Comisión Permanente de Administración y Servicios de la Asamblea Nacional (AN), diputada Nora Bracho (Unidad/Zulia), calificó como una vergüenza la africanización del transporte en Venezuela debido a que “el usuario no tiene por qué ser tratado con tanta indignidad”.
Nota de prensa
El señalamiento lo hizo al reunirse con Ricardo Sansone y Alberto Vivas, representantes de Familiametro, donde explicó que esta instancia trabajará conjuntamente con el sector transporte y con los que dirigen el Comité de Usuarios para mejorar la calidad de vida de los venezolanos.
“Estoy convencida que el cambio de modelo político permitirá mejorar los servicios públicos en Venezuela”, afirmó.
Agregó que lo que ha sucedido en el sector transporte es el síntoma de lo que ha pasado en todos los ámbitos del país como la electricidad, el agua, etc. “Este régimen ha destruido la calidad de vida del venezolano. Por ejemplo, el Metro de Caracas que era una empresa modelo en Latinoamérica y me atrevo a decir que a nivel mundial, está destruida. Esta es la prueba de que lo que el gobierno toca lo destruye”, aseveró.
Precisó la parlamentaria que el inicio de la destrucción del transporte en el país fue la ideologización del personal y “lamentablemente éste hoy no tienen sentido de pertenencia, eso fue lo que ocurrió en el Metro”.
Indicó Bracho que la de pauperización de la calidad de vida del venezolano se evidencia con el uso de las perreras como medio de transporte. “Para ello usan camiones y eso es una vergüenza para nuestra nación”, subrayó.
Por su parte, Sansone recomendó que se cite al presidente del Metro de Caracas para que le explique a la Comisión el programa que tiene para la reparación de la flota de trenes y asimismo que explique la metodología de gastos que tiene para mejorar el servicio.
“El plan de recuperación de trenes está por debajo del estándar mundial”, afirmó.
Señaló que los tiempos de espera de los trenes son muy largos y los usuarios esperan demasiado en las estaciones debido a que la flota está medianamente operativa.
En este sentido, Bracho reiteró que el Metro de Caracas presenta un gran déficit técnico en cuanto a la prestación del servicio: la falta de repuesto y la indisponibilidad de la flota que está mermada. “De 148 trenes la línea 1 tiene 34 en operación, eso significa el colapso del servicio”, aseguró.
Asimismo añadió que las escaleras mecánicas, torniquetes y ascensores tienen fallas. “Muchos están fuera de servicio”, dijo.
Explicó que el valor estimado por viaje es de” 6.50 bolívares soberanos y con eso se cubre costos de operación, seguimiento y seguridad. El monto actual es muy bajo 0, 50 bolívares”.
Asimismo la legisladora subrayó que la seguridad en las unidades es grave. “Se dan casos de atraco a mano armada y roban a todos los usuarios”, dijo.
Destacó que el deterioro del Metrobus es evidente; de 570 autobuses operan 128, las personas deben esperar hasta 45 minutos para que llegue uno. “Hay tres cementerios de autobuses, en La Paz, Caricuao y Charallave”, expresó.
En cuanto al Metrocable, dijo que de “5 estaciones funcionan 3 y las que no funcionan las están desvalijando, las están robando”.
En este contexto, Alberto Vivas, representante de Familiametro, comentó que en el Metro se observa la reventa de boletos, hecho que calificó de grave. “Se ve personal de la milicia con personal operativo recibiendo boletos que no los destruyen sino que los revenden”, afirmó.
Agregó que se desconoce el número de usuarios que circula diariamente ya que los torniquetes no sirven. “No funciona el apoyo técnico de tráfico ni el de estaciones, no se sabe la demanda del servicio ni la capacidad del sistema”, denunció.
Finalmente, el diputado Pero Maroun (Unidad/Monagas) consideró que dejar libre los torniquetes del metro luego de determinadas horas para no contabilizar cuántas personas ingresan es corrupción. ”Esto lo hacen a propósito porque tienen un guiso”, dijo.
Expresó el parlamentario que lo que les queda es dar la lucha y visibilizar los problemas para que mejoren los servicios. Igualmente aseguró que en el sistema subterráneo se observa la reventa de boletos por parte de la milicia y el personal operativo, hecho que calificó de grave.