Un adolescente y tres adultos, estos últimos que ya se encontraban tras las rejas en una instalación militar de la GNB del municipio Ayacucho, e integrantes de la banda “Los Krispis” estarían siendo señalados de extorsión, una vez el Gaes-Táchira logró vincularnos con el caso que investigaban y donde un comerciante de San Juan de Colón, municipio Ayacucho, figura como víctima.
Por: Miriam Bustos | Diario La Nación
Luego de la denuncia que el comerciante formuló ante la Unidad de Investigación Norte del Gaes-Táchira, con sede en Colón, en la que reveló que tenía más de un mes recibiendo llamadas telefónicas por parte de un desconocido que se identificaba como guerrillero, específicamente como el”comandante del ELN Carlos Beltrán” y le exigía100 mil pesos colombianos en efectivo, pagaderos semanalmente, para no atentar contra su vida, la de su familia ni sus bienes, los militares iniciaron las averiguaciones.
En la labor investigativa que desarrollaron, sobre todo en lo concerniente a un trabajo técnico de telefonía, los funcionarios determinaron que las llamadas provenían de los calabozos del Destacamento 213 del GNB, precisando uno en particular en el que se encuentran en su mayoría presos de esa misma localidad.
Sin embargo, en ese momento la prioridad era capturar en flagrancia a los compinches que les colaboraban en la calle.Fue así como los efectivos del Gaes se dispusieron a coordinar una entrega controlada de dinero, tras brindar asesoramiento a la víctima.
Y este sábado 13 de octubre, a las 10:30 de la mañana, fecha y hora que acordaron los extorsionadores con la víctima, lo que menos imaginaba el joven que acudió a supuestamente recibir el dinero producto de la extorsión, era que el punto de encuentro había sido previamente tomado por funcionarios encubiertos.
Al llegarel muchacho al sector La Parrilla, en la avenida principal de San Juan de Colón, acercarse a la víctima y tomar el sobre en el que se creía iba el dinero, éste fue detenido por la comisión en plena vía pública, frustrando la extorsión.
Se trataba de un adolescente de apenas 17 años,cuya identidad se mantiene en reserva por estrictas razones de ley; sin embargo afirmó ser parte de este hecho.
Se determinó luego que esta no era la primera extorsión que la banda había ejecutado, otros comerciantes del municipio ya habían sido extorsionados bajo el mismo modus operandi.
Requisa fructífera
Ya con el adolescente en custodia y a orden de la Fiscalía Novena del Ministerio Público, junto con las evidencias que le incautaron, el paso siguiente era identificar a los presos que hacían las llamadas extorsivas desde el calabozo del Destacamento 213.
En este sentido le solicitaron apoyo al comandante de esa unidad militar, en razón de que podrían identificar al responsable y a sus cómplices, por reconocimiento de voz, en virtud de que las últimas llamadas habían sido grabadas.
Mediante una requisa extraordinaria en los calabozos, por parte del Gaes, se logró la incautación del teléfono llamador y la identificación plena de los tres privados de libertad autores y coautores del hecho, una vez se compararon las voces con las llamadas extorsivas.
En el celular decomisado hallaron evidencia incriminatoria como llamadas salientes y mensajes de texto dirigidos a la víctima, situación que compromete seriamente a los tres privados de libertad que deberán ahora, afrontar otro presunto delito por extorsión.
Los identificaron como W. Urdaneta, de 27 años de edad, quien se encontraba a orden del Tribunal Quinto de Control por los delitos de Robo y Porte Ilícito de Arma de Fuego; B. López, de 20 años de edad, a orden del Tribunal 12 de Control, por los delitos de Robo Agravado de Vehículos y Lesiones Personales, y J. Sánchez, de 29 años, a orden del Tribunal Primero de Control, por Tráfico Ilícito de Material Estratégico.