Domingo Alberto Rangel: Khashoggi y Albán

Domingo Alberto Rangel: Khashoggi y Albán

Domingo Alberto Rangel @DomingoAlbertoR

Solo días y miles de kilómetros separaron un par de muertes reseñadas por la prensa mundial: Una en Estambul, Turquía, país que el gobierno de Nicolás Maduro quiere poner de ejemplo y otra en el Sebin de la Plaza Venezuela que como se sabe es la prisión más vigilada de nuestro país.

Ambos sucesos rompen con la tradición occidental de respeto en lo posible a los derechos humanos: El del periodista Jamal Khashoggi, brutalmente asesinado al interior del consulado saudita de Estambul, quien escribía en el Washington Post, y el del concejal caraqueño Fernando Alban, involucrado según el gobierno en el atentado de los drones.

Las dos muertes revelan el grado de involución que sacude el occidente cristiano, incluyendo desde luego en este concepto a nuestra Venezuela donde a pesar del deslinde que adoptan las autoridades rojitas cada 12 de octubre, sin embargo todos hablamos el mismo idioma europeo, tenemos al menos sobre el papel instituciones republicanas copiadas de las paridas por Europa y salvo nuevo aviso no somos chinos.





Khashoggi fue un personaje incómodo para la monarquía saudita por denunciar en la prensa yanqui las inmensas corruptelas y abusos de un gobierno como el saudita, que a pesar del inmenso poder económico del que gozan tanto el rey como la corrupta corte, igual todos esos superprivilegios penden de un hilo porque si allí hiciesen elecciones limpias serían barridos por Al Qaeda.

A Khashoggi se le tendió una trampa, haciéndolo ingresar al consulado saudita de Estambul para hacer un trámite relativo a su boda que quedó sin materializarse… de donde jamás volvió a salir con vida.

Dada la mala relación del periodista con el gobierno saudita, socio nuestro en la OPEP, Khashoggi, conocedor de lo poco que le importa al rey saudita los derechos humanos, se hizo tomar por su pareja un video al ingreso. El reino saudita hasta la fecha no contesta a cabalidad sobre tan súbita desaparición y el papel de explicador el rey lo dejó a cargo del Fiscal General… personaje capaz de anunciar que el periodista fue secuestrado por los extra terrestres.

Pero la realidad fue más truculenta: Según el Fiscal General del Reino Saudita Kashoggi habría fallecido a consecuencia de una equivocación por parte de un equipo de quince gorilas tipo swat –entre ellos un forense- que habrían viajado a Estambul “para convencer al periodista de regresar a Riad para evitar que sus críticas fuesen usadas por los enemigos externos del monarca Mohammad bin Salman… y cuando el periodista se negó y comenzó a gritar le habrían tapado la boca para evitar escándalos y en eso se murió debido a su edad”.

¡Ni el Fiscal Tarek William Saab habría sido tan creativo! ¡Podrían contratar al saudita en Hollywood como guionista una vez salga del cargo!

Pero, escribiendo con seriedad esta noticia capaz de obligar a Donald Trump a dar ante la prensa de USA una respuesta a su manera, insípida, populista y nada comprometida… y comprendamos que era lo más que podría expresar el Presidente gringo porque también es sabido que Trump entre otros intereses representa a quienes le venden más de 100. 000 millones de dólares anuales en armamentos a la monarquía saudita, después que una periodista le preguntó que pensaba hacer ante tan salvaje hecho… era de esperar que algo tan grave sería replicado en nuestro país por la gran prensa incluso la sujeta al silencio mafioso de la “hegemonía comunicacional”.

Pues no y es difícil que el gobierno de Nicolás Maduro pueda meter el dedo en la llaga a los sauditas, aliados con Estados Unidos… porque como lo dice el refranero popular… “no se menciona la soga en casa del ahorcado”.

El caso de Fernando Alban aún admitiendo que no es tan conclusivo como la desaparición de Khashoggi, aceptada como asesinato por el Fiscal saudita… por la manera como el poder público venezolano ha respondido ante la muerte de Fernando Alban, un detenido en la prisión supuestamente más segura de Venezuela, bajo la custodia del estado… es cuando menos sospechosa. Pareciera que “hay más” y en uso de la libertad de prensa uno así lo escribe.

Por ejemplo: La celeridad en cerrar el expediente, el silencio oficial sobre la presunta relación entre Alban y el intento de magnicidio de los drones, la exclusión del abogado del occiso en los interrogatorios, el que el ministerio de Información no haya usado las declaraciones de Alban auto inculpándose, como si se hizo con todos los otros involucrados en el atentado de la avenida Bolívar… me llevan a pensar lo peor.

Y lo peor es que la lucha milenaria por construir sociedades más justas, basadas en la ley y el respeto… se van a pique cuando vemos a dos gobiernos supuestamente occidentales o pertenecientes a la alianza occidental de Naciones… demostrando que por mantenerse en el poder son capaces de hacer lo que les viene en gana.