El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, consideró que el tiroteo de este sábado en una sinagoga de la ciudad de Pittsburgh (Pensilvania) “definitivamente” parece ser un crimen antisemita, a la vez que lamentó que estos sucesos “sigan pasando” en el país.
“Definitivamente parece ser un crimen antisemita. Es algo que cuesta creer que siga pasando”, dijo Trump al llegar a Indianápolis (Indiana), donde participará en un evento con representantes del sector agrario.
Aunque las autoridades de EEUU no han revelado aún la cifra de muertos, Trump avanzó que “han fallecido muchas personas y otras muchas han resultado heridas”, a la vez que señaló que según algunos profesionales que han participado en la operación policial, se trata de “una de las peores escenas de un crimen” que han visto.
“Lo que ha pasado hoy es horrible. Todavía estamos aprendiendo de ello, y mucho. Definitivamente parece un delito antisemita”, insistió Trump, que avanzó que “en la próxima hora” las autoridades estadounidenses tendrán “mucha información”, en una investigación liderada por el FBI.
Trump señaló que había conversado con el alcalde de Pittsburgh, Bill Peduto y, sin informar sobre el número exacto de víctimas, dijo que “ha muerto mucha gente. Muchas personas han resultado gravemente heridas”.
Añadió que los profesionales han señalado que “es una de las peores escenas del delito que han visto, y han visto muchas. En poco tiempo volveremos a informar”.
Por su parte, el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, también se refirió a lo ocurrido durante un evento celebrado en Las Vegas (Nevada).
“Lo que ha pasado hoy en Pittsburg no es solo criminal, es diabólico. Un ataque contra estadounidenses inocentes y un atentado contra nuestra libertad de credo”, dijo.
Pence también se refirió a los hechos como un caso de “antisemitismo”, a la vez que subrayó que este tipo de actos “deben parar”.
Un hombre, que ya ha sido detenido y fue identificado como Rob Bowers, de 46 años, es considerado el sospechoso del tiroteo, entró por la mañana en la sinagoga de la Congregación del Árbol de la Vida y comenzó a disparar de manera indiscriminada al tiempo que, según algunos testigos, gritaba: “Todos los judíos deben morir”.
El sospechoso, un asiduo a la red social Gab, muy popular entre los grupos supremacistas del país, entró al centro religioso armado con un rifle de asalto y varias pistolas.
Las autoridades han confirmado que el agresor está bajo custodia policial y que fue trasladado a un hospital para recibir tratamiento médico.
Por el momento, fuentes oficiales han confirmado que “varias” personas han fallecido y que seis han resultado heridas, entre ellas cuatro agentes que se habían personado en el lugar de los hechos.
Por su parte, medios locales informaron que diez personas fallecieron en el tiroteo.
EFE