Han transcurrido cuatro meses desde la intervención del mercado municipal de Puerto La Cruz ejecutada por la alcaldía del Municipio Sotillo y lo que se observa es la proliferación de vendedores informales y el empeoramiento de las condiciones sanitarias del principal centro de expendio de alimentos de la zona norte de Anzoátegui.
Nota de Prensa
Así informó el abogado José Santoyo, quien explicó que antes de la medida había unos 1.500 vendedores informales entre las calles Venezuela y Dividive del mercado porteño, pero esa cifra se ha incrementado.
“Van más de 120 días desde que la alcaldesa Herminia García Ron intervino el mercado municipal y en lugar de disminuir el número de informales, ha aumentado. Ahora se les ve caminar en el lugar con bolsos y cajas donde llevan productos como aceite, harina de maíz, pasta, arroz, entre otros, los cuales son vendidos con sobreprecio”.
El defensor de los derechos humanos comentó que en varias calles de la ciudad porteña se observan vendedores de pescado sin el más mínimo control sanitario, que aunque es la manera de sobrevivir de algunos, para los consumidores representa un riesgo sanitario.
Santoyo denunció que a pesar de que hay presencia de efectivos de la Guardia Nacional (GN) y la Policía Municipal de Sotillo (Polisotillo), se hacen de la vista gorda ante las condiciones de inseguridad que imperan en el mercado popular.
El dirigente de Vente Venezuela en Anzoátegui señaló que el sistema de recolección de basura en el municipio porteño no funciona y cualquier esquina sirve como botadero de basura, lo que trae como consecuencia la proliferación de enfermedades, olores nauseabundo y contaminación, en la que se supone es una ciudad turística.