El príncipe Harry de Inglaterra y su esposa Meghan pusieron nombres a dos pájaros nacionales de Nueva Zelanda recién salidos del cascarón en la ciudad norteña de Rotorua, en el último día de su gira de dos semanas por el Pacífico.
La pareja visitó el programa de cría de especies en peligro y admiró a los pichones kiwi de tres días, a quienes llamaron Koha, que significa “regalo”, y Tihei, derivado de una frase que quiere decir “soplo de vida” en la lengua indígena Te Reo maorí.
Más temprano, Enrique lideró a un grupo maorí cantando “Te Aroha”, una canción tradicional cuyo nombre significa “Amor” en lengua Te Reo.
La pareja fue recibida en Te Papaiouru Marae, un lugar visitado por la reina Isabel, abuela de Enrique, durante el año de su coronación en 1953, en Rotorua, un pueblo famoso por su actividad geotérmica y descrito por su alcalde como “el corazón de la cultura maorí”.
Meghan, que usó un vestido azul de Stella McCartney y un collar tallado de color verde jade regalado por el gobernador general del país, y Enrique, que vistió un traje gris, recibieron mantas de plumas entregadas por maoríes locales.
Enrique comenzó su discurso en lengua Te Reo y terminó con un proverbio maorí, lo que generó aplausos de la multitud por su fuerte pronunciación. Luego entonó la canción.
Su entusiasmo por la lengua maorí fue aplaudida por el alcalde de Rotorua Steve Chadwick, quien dijo que “mientras nuestra confianza como un distrito bilingüe crece, también lo hace nuestra confianza en nuestro pueblo y nuestro futuro”.
El uso de la lengua Te Reo maorí está experimentando un resurgimiento en Nueva Zelanda, después de años de declive por políticas que minaron su utilización, particularmente en las escuelas.
Usualmente se reportan cursos gratuitos de lengua maorí y la primera ministra Jacinda Ardern ha dicho que su pequeña hija Neve Te Aroha la aprenderá junto con el inglés.
La pareja, que espera su primer hijo en la primavera boreal, tiene previsto partir a Londres el jueves, después de una gira de 16 días que también incluyó a Australia, Fiyi y Tonga. Reuters