Los gritos de desesperación de un grupo de vecinos de la torre D en la Opppe 27, en Tanaguarena, Caraballeda, alertaron al resto de las familias de que algo malo pasaba. En efecto, los residentes de uno de los apartamentos del piso 3 tenían por lo menos dos horas buscando a una niña de dos años, que finalmente fue localizada a las 12:45 pm del lunes en la fosa del elevador. Así lo reseña laverdaddevargas.com
Por Amy Torres
Según se conoció, la pequeña compartía en el pasillo del piso 3 junto a otro niño de unos cuatro años cuando se acercó a las puertas del ascensor, que se abrieron fácilmente. “Eso pasó porque no funcionan los sistemas de seguridad. Fue el otro niño quien dijo: ‘la niña bajó en el ascensor pero no ha subido”.
Una residente indicó que el elevador no estaba operativo desde hacía tiempo y pidió mayor responsabilidad a los técnicos, dado que “era un accidente que se pudo evitar. Con tantos niños aquí cómo es que las puertas de un ascensor se pueden abrir así no más, porque los patines de apertura no estaban funcionando y eso nadie lo sabía”.
Sostuvo que la víctima, de nombre Ariana Calderón, presentó fractura de cráneo y de clavícula, así como politraumatismo generalizado; y aunque fue llevada al Materno de Macuto, luego remitida al hospital del Seguro Social y de allí al Pérez Carreño, perdió la vida a las 4:15 pm.
“Mi pregunta es: ¿dónde están los técnicos si se supone que cada urbanismo tiene un grupo de vecinos que hacen esos trabajos? Aquí hay 96 apartamentos, cuyas familias corremos riesgos”.
Urbanismo de historias trágicas
En abril de 2017 un niño de un año murió trágicamente al caer por la ventana de un apartamento en el piso 9 del referido urbanismo, cuando estaba al cuidado de su tía de 16 años, quien en un descuido lo perdió de vista.
Mientras que en mayo de ese mismo año La Verdad reportó el fallecimiento de una bebé de dos meses, que cayó del apartamento 1, en el piso 4, de la torre D al momento que era cargada por su hermanita de seis años de edad, quien la asomó a la ventana.