China exigió el viernes en un mensaje desafiante “mostrar sus pruebas” a Estados Unidos, que acusa a Pekín de estar implicado en un caso de espionaje económico a un fabricante estadounidense de semiconductores.
AFP
La justicia estadounidense acusó el jueves a una compañía controlada por el gobierno chino así como a una empresa taiwanesa y a tres ciudadanos taiwaneses de haber intentado robar secretos industriales a Micron Technology.
“Como este caso y otros casos recientes demostraron el espionaje económico chino contra Estados Unidos aumenta, y aumenta rápidamente”, afirmó el fiscal general estadounidense, Jeff Sessions.
Micron, con sede en Idaho (noroeste), es el cuarto fabricante mundial de semiconductores con un segmento del mercado de entre 20 y 25% de la industria DRAM (chips de memoria dinámica), “una tecnología que los chinos no poseían hasta recientemente”, precisó Sessions, que evalúa el daño en 8.750 millones de dólares.
“Si Estados Unidos está realmente preocupado, debería presentar pruebas tangibles”, declaró en rueda de prensa Lu Kang, un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, durante una conferencia de prensa habitual.
– Exempleado taiwanés –
Las empresas acusadas son la empresa estatal china Fujian Jinhua Integrated Circuit, la compañía taiwanesa United Microelectronics Corporation (UMC), así como tres ciudadanos taiwaneses, entre ellos Chen Zhengkun, conocido como Stephen Chen, exdirector de una filial taiwanesa de Micron, MMT.
Según el acta de acusación, Chen dimitió de su cargo en julio de 2015 para integrar UMC. Aquí “negoció un acuerdo de cooperación entre UMC y Fujian Jinhua según el cual, gracias a una financiación de Fujian Jinhua, UMC transferiría la tecnología de los DRAM a Fujian Jinhua con vistas a una producción masiva”.
Igualmente habría despedido a dos empleados de MMT que habrían “robado y llevado a UMC varios secretos comerciales de Micron vinculados con el diseño y la fabricación de los DRAM”.
China creó Fujian Jinhua en febrero de 2016 para fabricar chips electrónicos. Pekín invirtió entonces 37.000 millones de yuanes (5.370 millones de dólares) para construir una línea de producción con el apoyo tecnológico de UMC.
– Desleales –
La justicia anunció igualmente una acción civil para impedir que las dos empresas implicadas transfieran su tecnología y que sus productos entren en territorio estadounidense.
Micron y sus procesadores protagonizan una batalla jurídica entre Estados Unidos y China en un contexto de guerra comercial y de seguridad nacional.
El departamento estadounidense de Comercio prohibió el lunes a las empresas estadounidenses vender sus productos sin previa autorización a Fujian Jinhua, considerando que el fabricante chino estaba a punto de producir masivamente DRAM, probablemente basados en la tecnología estadounidense.
Estas restricciones a la exportación se enmarcan en la lucha dirigida por la administración del presidente estadounidense Donald Trump para obligar a China a cambiar sus métodos de hacer negocios, que Washington considera “desleales”.
En julio, Fujian Jinhua afirmó que un tribunal chino prohibió a Micron vender más de una decena de sus productos (lápices de memoria, discos duros, chips…) en China.