Conversamos con el Dr. Jesús Ollarves Irazábal sobre un tema que cada día adquiere mayor relevancia social, y es el agua y su rol en la calidad de la vida humana. Ollarves es Doctor en Derecho, grado que le confirió con honores la ilustre Universidad Central de Venezuela (UCV). También es especialista en Derecho y Política Internacionales y especialista en Derecho Internacional Económico y de la Integración.
Recientemente varias organizaciones y un grupo de expertos realizaron un informe (ver al final de la entrevista) sobre la Emergencia Humanitaria Compleja en el Derecho al Agua, respondiendo a una metodología interdisciplinaria que reunió a múltiples actores informados para compartir, contrastar y fundamentar datos sobre la situación de este Derecho en Venezuela, haciendo hincapié en la escala, intensidad y severidad de los daños a la población por la pérdida de las capacidades hidrológicas del país. Al respecto, y por su conocimiento sobre el tema, le preguntamos al Dr. Ollarves
¿Por qué es importante el tema del agua?
El agua es indispensable para una vida digna y para el efectivo ejercicio de otros derechos humanos, entre ellos la vida, la salud, la alimentación y la vivienda. El acceso al líquido es una condición sin la cual no sería posible la realización de esos derechos.
El agua está en todo. Para producir todas las cosas que consumimos se necesita energía y agua. Por ejemplo: producir un kilo de carne requiere 30.000 litros de agua, un automóvil, 150.000 litros, un kilogramo de vainilla la asombrosa cantidad de 96.000 litros, obviamente en estos procesos de producción es impensable no utilizar energía.
¿Cómo se podría calificar el problema del agua en Venezuela?
El problema del acceso y calidad del agua ha generado una emergencia compleja en Venezuela. Se trata de una crisis humanitaria con efectos tremendos que amenazan gravemente la vida y el bienestar de las personas, sin haber ocurrido una calamidad o una guerra. Este tipo de crisis se originan cuando hay inestabilidad política y abusos de poder durante largo tiempo, y por lo general, se caracterizan por un quiebre parcial o total de las estructuras jurídicas, institucionales y administrativas del Estado. A partir de ello se causan daños generalizados a la sociedad, destrucción económica y, violaciones múltiples, masivas y sistemáticas de derechos humanos, dirigidas a castigar y ejercer control sobre la población.
¿Cuál es el alcance del reporte sobre la emergencia humanitaria compleja (EHC) relacionada con el Derecho al agua?
Se trata de un reporte nacional elaborado por un grupo de expertos en el cual se examinó la situación del derecho agua en Venezuela. Es un trabajo enjundioso coordinado por María Eugenia Gil Beroes, con enfoque multi e interdisciplinario en el que participaron varias organizaciones de la sociedad civil y en el que se evidencia el grave retroceso del derecho al agua en Venezuela, y el sistemático incumplimiento por el Estado de las obligaciones dimanantes del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales que fue ratificado el 10-05-1978, así como de las recomendaciones efectuadas por diferentes mecanismos de las Naciones Unidas.
¿Es un verdadero problema para el gobierno la carencia de agua limpia o un obstáculo que puede sortear con medidas de emergencia?
Es un problema complejo que no se puede resolver con medidas temporales. La falta de agua siempre trae problemas, debemos recordar la guerra del Agua en Cochabamba, Bolivia, en octubre de 1999, cuando la población no tuvo acceso al líquido y se enfrentó con las autoridades gubernamentales por su privatización.
El problema debe ser afrontado con mucha responsabilidad. No se trata sólo del agua, la energía también es importante. El uso de la energía es fundamental para los sistemas hídricos, por ejemplo: desde el suministro de agua a los diversos usuarios, incluida la población urbana, hasta el tratamiento de las aguas residuales para su saneamiento. Por otro lado, el agua es esencial para producir energía, desde la producción en sí de energía hidroeléctrica hasta el enfriamiento en las centrales eléctricas.
¿Qué debería hacer el gobierno para resolver la crisis humanitaria compleja (EHC) derivada de la falta de agua?
Lo esencial es diseñar y ejecutar una política publica coherente para garantizar el acceso y la calidad del agua. El gobierno debe adoptar una estrategia y un plan de acción nacional en materia de recursos hídricos con enfoque de seguridad humana. Un plan que contemple acciones fundamentales para la recuperación de los sistemas de bombeo para garantizar el servicio de agua potable; la protección de los sistemas de bombeo de las fallas de electricidad; la eliminación de las fugas de agua en los hogares, oficinas públicas y privadas, así como en áreas comerciales y de servicios, la sustitución de tuberías colapsadas y los cortes de tomas clandestinas, dirigidos a lograr ahorro en el suministro de agua, con la participación de las comunidades.
¿Usted cree que en Venezuela hay conciencia ciudadana para enfrentar el problema del agua y saneamiento?
El ciudadano ha aprendido a valorar el agua. Hay muchos ejemplos de organización y exigibilidad del derecho al agua. Por ejemplo, la labor de diferentes Organizaciones Gubernamentales como la Fundación Agua Clara, Clima 21, Agua Sin Fronteras, Red de Mesas Técnicas de Agua, Amnistía Internacional y muchas otras. También hay que destacar la labor de la Comisión Permanente de Administración y Servicios de la Asamblea Nacional (AN), a cargo de la diputada Nora Bracho que acompañada con varios diputados han realizado inspecciones en diversos estados para constatar la grave situación de la escasez de agua. Un ejemplo de promoción de estándares referidos al agua es el cortometraje “Baruta a secas” producido por Gran Cine, y dirigido por Iván Zambrano Bencomo, sobre la problemática del agua en dicho municipio del estado Miranda.
El acceso al agua y el saneamiento ha sido universalmente reconocido como un derecho humano fundamental cuyo disfrute debe ser garantizado por los Estados. ¿Hasta qué punto el Estado Venezolano está fallando a la hora de garantizar el disfrute de este derecho?
Las fallas son muchas y diversas. Las más visibles tienen que ver con la falta de una política adecuada y sostenible que permita la protección de los recursos hídricos, la selección y aplicación correcta de una serie de operaciones de tratamiento, y la gestión de los sistemas de distribución (por tuberías o de otro tipo) para mantener y proteger la calidad del agua tratada.
El problema más recurrente es la carencia de un sistema de gestión que haga hincapié en la prevención o reducción de la entrada de elementos infecciosos a los recursos hídricos y que reduzca la dependencia en las operaciones de tratamiento para su eliminación, por ejemplo, evitar la excesiva cloración del agua. Los mayores riesgos de infección se derivan del consumo de agua contaminada con excrementos humanos o animales. La basura, los excrementos y las sustancias químicas radioactivas son las principales fuentes de bacterias, virus, protozoos y helmintos, cuya presencia aumenta considerablemente el riesgo de enfermedades y pueden desencadenar brotes de enfermedades transmitidas por el agua.
Otra falla importante tiene que ver con la poca o inexistente inversión para recuperar las plantas de tratamientos y potabilización, así como la falta de implementación de una política educativa a la colectividad para conservar el agua y mejorar su calidad.
¿Pueden las organizaciones de derechos humanos, comunidades e individuos, realizar el trabajo de defensa del derecho humano al agua y el saneamiento sin ser objeto de intimidación u otros obstáculos en Venezuela?
Sí se puede, esa es la función de los defensores de derechos humanos. Denunciar y documentar las violaciones pese a los obstáculos que les imponga el Estado. Los organismos internacionales de Derechos Humanos siempre han mostrado preocupación cuando se detecta un patrón de hostigamientos y agresiones a los defensores de derechos humanos. (lapatilla.com)
Reporte Nacional EHC y Derecho Al Agua Octubre 2018 by La Patilla on Scribd