Todas las exportaciones de petróleo y las transacciones financieras de Irán serán el objetivo de las sanciones de Estados Unidos que entrarán en vigencia el lunes, seis meses después de que el presidente Donald Trump abandonara un acuerdo nuclear.
Las sanciones devuelven las medidas punitivas que fueron impuestas y luego levantadas por el expresidente Barack Obama, quien llegó a un acuerdo internacional en virtud del cual Irán se movió para terminar con su programa nuclear.
Mientras que las potencias europeas creen que el acuerdo ha sido exitoso y han tratado de preservar el comercio con Irán, la mayoría de las grandes empresas han optado por salir del país para evitar la ira de las autoridades estadounidenses.
– Sanciones ya reimpuestas:
El 7 de agosto entraron en vigor las primeras sanciones levantadas en el marco del acuerdo nuclear de 2015, que prohíbe:
– Las compras de dólares por el gobierno iraní, o la compra y venta internacional de montos importantes de rials, la moneda de Irán
– Compras de bonos del tesoro iraní
– Comercio de oro u otros metales preciosos, aluminio, acero, carbono o grafito
– Comercio de automóviles y aviación comercial
– Importaciones estadounidenses de alfombras o productos alimenticios iraníes
– Sanciones que entrarán en vigor el lunes:
– Ventas del sector energético incluido el petróleo. El gobierno de Trump dice que apunta a que las exportaciones petroleras iraníes sean “lo más cercanas a cero posible”, pero es probable que Estados Unidos otorgue exoneraciones temporales a los países que recortan pero no terminan las compras.
Irán tiene experiencia en eludir sanciones, y probablemente exportará petróleo de alguna forma. Podría mezclar su crudo con el del vecino Irak, vender en el mercado negro o probar un sistema de trueque respaldado por los europeos.
Otro punto de presión clave será el precio del petróleo, que es políticamente sensible en Estados Unidos. La reducción del crudo iraní probablemente elevaría los precios globales.
Arabia Saudita podría hacer la diferencia; si bien el reino ha amenazado con usar el petróleo como represalia ante la condena internacional por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, también está ansioso por exprimir a Irán, su rival regional.
– Transacciones financieras. A partir del lunes, cualquier institución extranjera que haga negocios con el banco central de Irán u otros bancos en el país perderá el acceso al sistema financiero estadounidense. Los riesgos para los bancos extranjeros son altos en una economía globalizada en la que el dólar sigue siendo la moneda dominante.
Un problema sin resolver es si Estados Unidos presionará para desconectar a los bancos iraníes de SWIFT, el sistema internacional de transferencias interbancarias con sede en Bélgica.
Los miembros de la línea dura de Estados Unidos quieren seguir adelante con SWIFT, pero otros argumentan mantener la opción como una tarjeta de negociación con los europeos y dicen que el acceso al sistema es útil para rastrear las transacciones iraníes. AFP