El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, apostó hoy por “compatibilizar la búsqueda de una salida negociada con el mantenimiento de la presión al Gobierno de Venezuela” como única posibilidad de hacer avanzar la situación y la resolución de la crisis.
Borrell hizo estas afirmaciones en el Senado ante una pregunta del conservador Partido Popular (PP) sobre la política del Gobierno del socialista Pedro Sánchez en Iberoamérica y, en concreto, en Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Borrell subrayó que Venezuela está en “una fase aguda de crisis política e institucional que se retroalimenta con una crisis económica y social” y que, ante esta situación, lo único viable es apostar por “una solución democrática, pacífica y negociada entre los venezolanos y dentro del marco del derecho”.
En cuanto al papel del expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero como mediador ante el presidente venezolano Nicolás Maduro, el ministro subrayó que “no está mandatado por el Gobierno, como tampoco lo está Felipe González”.
No obstante, afirmó que no tiene dudas sobre su “honestidad personal” y manifestó que el expresidente del Gobierno socialista “es muy libre de defender su punto de vista”.
En cuanto a las sanciones a Venezuela, Borrell consideró que “no se dan las condiciones ni para levantarlas ni para intentar que la Unión Europea lleve a la practica un proceso de mediación”, aunque sí de contribuir a uno de “facilitación” del diálogo.
“El problema no es sanciones sí o sanciones no, el problema es saber cuáles son útiles y qué más hay que hacer para conseguir un objetivo (…), recuperar la normalidad en Venezuela”, concluyó.
Sobre Nicaragua, Borrell aseguró que le “parece estupendo” que una delegación de senadores vayan a viajar a Nicaragua con el objetivo de conocer la situación e interesarse por los más de 500 presos políticos de los que, según el senador del PP que preguntó, “nada se sabe”.
El ministro aseguró que los senadores podrán contar con todo el apoyo de la embajada española en aquel país.
El responsable de Exteriores explicó que el Gobierno está hablando con la Iglesia católica y con la oposición nicaragüense y que él mismo ha exigido al ministro de Exteriores de ese país que se permita la entrada de organismos internacionales y ONG.
“Hacemos lo que podemos para solucionar una crisis que está en manos de los nicaragüenses, pero que creemos que necesita un acompañamiento internacional”, dijo el ministro.
Finalmente respecto a Cuba, Borrell no avanzó detalles de con quién se entrevistará el presidente del Gobierno español en su próxima visita a Cuba, a finales de noviembre, porque “aún no está cerrada la agenda”.
EFE