Una ley que elimina las pensiones de los expresidentes mexicanos, por un monto de 205.000 pesos mensuales (unos 10.000 dólares), fue publicada este lunes tras ser aprobada días atrás por la mayoría izquierdista del Congreso como parte de una de las promesas del presidente electo Andrés Manuel López Obrador.
La Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos señala en su artículo 10 que “no se concederán ni cubrirán jubilaciones, pensiones o haberes de retiro sin que éstas se encuentren asignadas por la ley, decreto legislativo, contrato colectivo o condiciones generales de trabajo”.
En campaña rumbo a la presidencial de julio pasado, en la que ganó por 53% de los votos, López Obrador enarboló la cancelación de esas pensiones como uno de sus compromisos para reducir los gastos gubernamentales.
La pensión había sido creada por acuerdo presidencial en el gobierno de Miguel de la Madrid (1982-1988) y es cobrada por los expresidentes Luis Echeverría (1970-1976) y Vicente Fox (2000-2006).
También la cobra Felipe Calderón (2006-2012), aunque la dona a una organización de ayuda a niños con cáncer. Carlos Salinas de Gortarí (1988-1994) y Ernesto Zedillo (1994-2000) renunciaron a ese beneficio.
Las viudas de De la Madrid y de José López Portillo (1976-1982) cobran una parte proporcional de la pensión, pero este derecho queda suspendido a partir del martes luego de que la ley fue publicada en el Diario Oficial.
Esta ley fue aprobada con el voto de Morena, el partido de López Obrador, que tiene la mayoría en el Congreso bicameral.
La ley también establece que ningún funcionario público podrá ganar más que el presidente.
López Obrador se ha comprometido a que su salario será de unos 5.400 dólares mensuales, la mitad de lo que percibe el actual presidente Enrique Peña Nieto.
El izquierdista asume la presidencia el 1 de diciembre y se ha comprometido a tener un gobierno austero haciendo recortes de personal, salariales y de gastos suntuosos, entre otros.
AFP