En vista de la inminente entrega de las empresas básicas de Guayana al imperio chino, los Profesionales Unidos por Ferrominera, hacen una segunda entrega de las graves consecuencias que a nivel mundial se están generando en la economía.
Los analistas se han centrado en el PIB (Producto Interno Bruto) de China, que ha sido uno de los principales generadores de deuda desde el 2009. Por lo tanto, también contribuye a últimas preocupaciones sobre la inflación global que han afectado a los mercados y han molestado a los operadores. Los últimos datos de nuevos préstamos chinos explican como el gigante asiático está creando más deuda para alimentar su economía.
A medida que fomenta la expansión de los préstamos, Beijing implementó mas políticas en enero para restringir las operaciones financieras más
riesgosas que han sido respaldados por préstamos flexibles, mientras China continúa vigilando el sector bancario en la sombra, con fuertes medidas de regulación y cumplimiento.
Por lo tanto, los crecientes niveles de deuda de las empresas y de los hogares deben tratarse junto con los préstamos incobrables crónicos y las
empresas “zombies·, donde incluso el FMI ha advertido que la incapacidad de China para controlar la expansión de la deuda aumenta el riesgo de una crisis financiera.
Según los técnicos, el unir el problema de la deuda China con otra ambición cargada de deudas, el proyecto “One Belt One Road”, que parece cada vez mas impráctico desde el punto de vista financiero, ya que los términos de los préstamos de infraestructura soberana no cumplen con las restricciones de los clientes y el precio riesgo. El rechazo el año pasado a la financiación china por parte de Nepal y Pakistán después de la introducción de nuevas garantías y plazos de última hora, destaca el problema clave del proyecto: ¿después de todos los gloriosos banquetes y brindis que pagarán los puentes, las carreteras y las represas?
Sin garantías soberanas claras y acuerdos de compra comercialmente viables, China efectivamente otorgará subvenciones directas para infraestructura, algo que ni siquiera el Banco Mundial hace. Desde el 2009, la inflación de precios y salarios se ha mantenido baja en niveles históricos, pero la reciente volatilidad podría significar que estas expectativas están cambiando.
Profesionales Unidos por Ferrominera / Nota de Prensa