El sargento Ron Helus fue el primer oficial en llegar al lugar donde cientos de jóvenes desesperados intentaban salvarse de un tirador activo. Llegó pocos minutos después de la primera llamada al 911 y, sin saber con lo que se encontraría, decidió ingresar al bar cuando escuchó más disparos en el lugar. Así lo reseña infobae.com
Tenía 29 años de servicio y planeaba retirarse en el 2019, pero eso no podía interferir en su misión. De todas formas, era consciente del gran riesgo que se enfrentaría. Conversó con su esposa y le dijo que la amaba, pero que debía terminar la llamada.
Con una larga experiencia como instructor de armas para el FBI y en el equipo especializado SWAT, ingresó sin tener una clara imagen de la situación, mientras decenas de jóvenes intentaban escapar por las ventanas.
Sin embargo, poco después de entrar al bar, recibió varios impactos de bala por parte del autor de la masacre. Un compañero logró retirarlo de la línea de fuego, pero falleció cuando estaba siendo trasladado a un hospital.
“Murió como un héroe, entró para salvar vidas”, indicó el sheriff, visiblemente afectado por la noticia, ya que solían compartir horas en el gimnasio e incontables jornadas de trabajo.