Un centro de salud de Kanazawa (Ishikawa, Japón) ha anunciado que los objetos que el cliente de un McDonald’s encontró en una hamburguesa McMuffin con huevo el pasado agosto eran pedazos de un diente humano roto que medían de cuatro a ocho milímetros, informa el portal Asiaone.
La víctima se dio cuenta de la situación cuando estaba a punto de comer ese sándwich: al percibir que contenía unas piezas extrañas, decidió entregarlo a las autoridades.
El recinto sanitario recibió un informe oficial de la oficina central de McDonald’s en Japón, en el que esta cadena de restaurantes asegura que investigó tanto una fábrica japonesa en la prefectura de Aichi —donde se elaboró el panecillo— como otra sede en Estados Unidos.
A pesar de que no logró averiguar cómo esas piezas de diente acabaron en uno de sus pedidos, el portavoz de esta firma en territorio nipón aseguró que “trabajarán de manera ardua” para servir productos que sus clientes puedan disfrutar.
Con información de RT.