El ELN se queda. No se puede ir. Porque el ELN es un aliado del gobierno de Nicolás Maduro. Como lo eran las FARC que se acogieron al proceso de paz y como lo son las FARC que siguen alzadas en armas, publica KonZapata.
Por Juan Carlos Zapata @periodistajcz
El ELN se queda. Y continuará operando. Que viene operando desde hace años. Con toda la impunidad del mundo. Ya en Guasdualito, La Victoria, El Amparo, Elorza, el ELN y las FARC disputaron territorio hace más de una década. Se mataban en la zona. Morían inclusive niños. Se mataban a plena luz del día. Y todo ante los ojos de la Fuerza Armada. Y todo ante el poder del chavismo. Ante el poder de Hugo Chávez que entonces ya había vociferado que las FARC y el ELN eran grupos de combatientes y no grupos terroristas. Decía Chávez que había que reconocerlos y la Asamblea Nacional chavista aplaudía de pie. Las FARC y el ELN son un ejército, afirmaba, que tiene un proyecto político. Y más aplausos de los diputados. Y mientras, el sicariato entraba y se instalaba en la frontera. Y el corredor de la droga se hacía más ancho. Y la violencia se desataba. Y aparecía otro grupo, las FBL. Y aparecían los colectivos armados.
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