La primera ministra británica, Theresa May, sufrió un fuerte revés el jueves cuando su ministro del Brexit, Dominic Raab, presentó su dimisión debido al controvertido proyecto de acuerdo con la Unión Europea aprobado la víspera por el ejecutivo.
La divisa británica, la libra esterlina, cayó bruscamente como reacción a la noticia: hacia las 09h15 (locales y GMT) una libra se cambiaba por 1,2858 dólares frente a 1,3027 dólares hacia las 07H00.
“No puedo reconciliar los términos del acuerdo propuesto con las promesas que hice al país”, afirmó Raab en su carta de dimisión publicada en Twitter.
Raab, que fue nombrado en julio tras la dimisión del anterior ministro del Brexit David Davis, renunció menos de una hora después de que lo hiciera el secretario de Estado británico para Irlanda del Norte, Shailesh Vara, también por discrepancias con el acuerdo de Brexit.
Tras cinco horas de un frenético consejo de ministros en Londres, May había anunciado el miércoles por la noche “la decisión colectiva” de su gabinete de respaldar los términos del proyecto de acuerdo alcanzado con Bruselas.
Los defensores acérrimos del Brexit en el seno de su Partido Conservador reprochan a la jefa del gobierno haber hecho concesiones inaceptables a Bruselas.
“Sé que nos esperan días difíciles”, afirmó May el miércoles en referencia a la avalancha de críticas que recibió el texto por parte tanto de los partidarios como de los detractores al Brexit. “Esta es una decisión que será intensamente escrutada”, advirtió, pero “creo firmemente que es el mejor acuerdo que podía negociarse”.
Raab le contestó el jueves en su carta: “Entiendo por qué optó por seguir adelante con el acuerdo con la UE en los términos propuestos” pero “debo dimitir”.
“Necesita usted un ministro del Brexit que pueda defender el acuerdo con convicción”, agregó.
– Caos en el peor momento –
May vió así su gabinete repentinamente sumido en el caso justo antes de iniciar la titánica tarea de defender el acuerdo de divorcio frente el parlamento británico, donde cuenta con una frágil mayoría y una rebelión en sus propias filas.
La inquilina del número 10 de Downing Street, para quien el pacto permite a los británicos retomar el control sobre su “dinero, leyes y fronteras”, debe presentar el texto este jueves durante un discurso en la Cámara de los Comunes.
La víspera, el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, acusó a Londres de negociar durante “dos años” un “mal acuerdo”. Para los unionistas norirlandeses, de los que depende la mayoría parlamentaria de May, el texto “socava la integridad económica” de Reino Unido.
Casi 17 meses necesitaron los negociadores para plasmar en un texto de 585 páginas el procedimiento de retirada de Reino Unido el próximo 29 de marzo y el período de transición hasta finales de 2020, al que se sumará una declaración sobre la futura relación entre ambas partes.
El principal escollo —cómo mantener una frontera fluida entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte— se solventó con un sistema provisional que mantendrá a la provincia británica dentro del mercado común europeo mientras se negocia una solución definitiva que podría pasar por un acuerdo de libre comercio.
Si al término del periodo de transición sigue sin acordarse nada mejor, se aplicará el denominado sistema de “backstop”, o “red de seguridad”, consistente en crear un “territorio aduanero único” entre la UE y Reino Unido y en aplicar las reglamentaciones europeas en Irlanda del Norte.
Del otro lado del Canal de la Mancha, los europeos salieron del letargo en que estaban debido a la incertidumbre sobre si May lograría el sí de su gobierno y empezaron a organizar los próximos pasos de cara a una cumbre extraordinaria el 25 de noviembre para “formalizar” el acuerdo.
“Permítanme decir esto a nuestros amigos británicos: Por mucho que me entristezca verlos marcharse, haré todo lo posible para que esta despedida sea lo menos dolorosa posible para ustedes y para nosotros”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. AFP