Planes Especiales e instituciones, por Miguel Méndez Rodulfo

Planes Especiales e instituciones, por Miguel Méndez Rodulfo

 

Desde hace un tiempo (aunque esto viene desde atrás) se ha instaurado en las alcaldías de Caracas una “via express” para aprobar Planes Especiales, que no son tales. Mediante estos instrumentos, se pretende vulnerar el ordenamiento urbanístico con el objeto de aumentar la densidad urbana sin que la capacidad de los servicios públicos, ni los equipamientos urbanos, puedan satisfacer las nuevas demandas. Estos supuestos planes implican intervenciones urbanas sin un orden ni concierto, lo cual lesionará la estructura de las áreas de la ciudad donde se apliquen, pues se instrumentan como parches que rompen con el paisaje urbanístico y la calidad de vida de los moradores.





Estos planes especiales se han aprobado en las Cámaras Municipales de Sucre, El Hatillo, Baruta y Chacao, por lo que ya constituyen una práctica común y una forma orquestada de agredir a la ciudad y deformarla en su morfología. Además, en todos los casos se han hecho de espaldas a los vecinos, sin la debida consulta previa que prevé la Constitución así como varias leyes, no solamente la LOOU. Por si fuera poco, los razonamientos legales que se arguyen para soportar estos planes, parten de supuestos muy cuestionables. Existe una gran preocupación que esta modalidad se propague por todo el país.

El hecho es que las ciudades son las que otorgan competitividad a los países; pero ésta no se podrá lograr, sino viene aparejada con una gran mejora en las condiciones de habitabilidad, que es el tema que nos ocupa. Así, si mediante un Plan Estratégico de Ciudad, bien elaborado y ampliamente discutido por todos los factores que hacen vida en la ciudad, se planteara hacer de Caracas la capital latinoamericana de la tecnología, este propósito tropezaría con una ciudad caótica desde el punto de vista urbano, sin espacios públicos adecuadamente diseñados, con pocas áreas verdes, con baja movilidad, transporte público deficiente, sistemas sanitarios y educativos insuficientes, carente de atractivos en materia cultural, recreativa, deportiva y turística, ningún inversor extranjero traería su dinero para apoyar a Caracas. De esta manera está claro que el desarrollo depende en buena medida de la calidad de vida que proporcione una ciudad.

En estos momentos hay una gran efervescencia de las comunidades organizadas, las asociaciones de vecinos de estos municipios se han activado para ponerle un freno a tales desafueros, que no provienen del régimen, sino de nuestros políticos de oposición integrantes de estas instancias municipales. Se requiere apoyar a los vecinos en su lucha por evitar la desmejora de la ciudad. Esta es una oportunidad de oro para lograr una articulación entre las instituciones y la sociedad civil, algo que se requiere con urgencia dado el descreimiento que comienza a surgir entre la gente. Incluso es una ocasión para reforzar la legitimidad de las instituciones. No se requiere mucho, sino que las academias, las cámaras, los colegios profesionales, las universidades, las ONG, etc., inviten a los vecinos para que expresen sus preocupaciones, de manera que se sientan oídos por estos organismos; prestarles asistencia con los elevados recursos humanos que las instituciones poseen, asesorarlos en términos legales; propiciar la unidad metropolitana de las asociaciones de vecinos; apoyarlos en aspectos como la realización de foros sobre el tema de la ciudad, los planes que existen para la transición, etc.

El momento histórico del país demanda ideas nuevas y creativas, acciones audaces que puedan lograr una rápida reconstrucción del país. El apoyo institucional es crucial, porque tendría un decidido impacto sobre aquellos inescrupulosos que azuzan a los políticos para provecho de ambos y desmedro de la ciudad. Sería un mensaje de un alto contenido ético que es lo que el país demanda en la nueva gobernabilidad.

Miguel Méndez Rodulfo

16 de noviembre de 2018