Por evitar que se robaran un ganado. Esa fue la razón por la que un grupo de cinco hombres asesinó a Rigoberto Alfredo Paz Ramírez (56) y su compañero de labores Héctor Ramiro Beltrán Beltrán (41).
Por: Delsy Fernández | Panorama
El crimen ocurrió en la hacienda La Yacita, Vía Torumo en Machiques de Perijá. A las 8:00 de la noche de este jueves.
Según Gabriela Galván, prima de Rigoberto, su familiar y la otra víctima se encontraban cuidado un ganado dentro de la referida hacienda. Montaban guardia, ya que en los últimos días una banda de ‘robaganados’ había ingresado en varias haciendas del sector. Se roban todo a su paso, pero en especial el ganado.
“Ellos estaban dentro de la hacienda cuidando todo. Fue entonces cuando un grupo de al menos cinco hombres irrumpió en el sitio portando armas cortas y largas. Sus rostros estaban cubiertos con pasamontañas. ‘Se quedan quietecitos que no les va a pasar nada”, contó un testigo presencial, a quien se les resguarda la identidad.
Dos hombres comenzaron a cargar con electrodomésticos, dinero y herramientas de trabajo. Los otros tres iban por el ganado. A Rigoberto, Héctor y un tercer hombre, aún por identificar, los amarraron y les taparon la boca.
Como pudieron, Rigoberto y Héctor —pertenecientes a la etnia wayuu—, se zafaron, y en un intento por golpear a uno de los delincuentes, fueron vistos por otro, que inmediatamente alertó al resto de sus compinches.
La situación desató la ira de los hampones. A Rigoberto lo degollaron “con el cuchillo grande de cortar el queso que se hacía en la matera”, mientras que a Héctor, luego de golpearlo, le propinaron cuatro impactos de bala. Murieron en el sitio. Su compañero permanecía con la cabeza abajo, atado de pies y manos.
Luego del doble homicidio, los hampones se fueron del lugar con todo lo antes descrito y al menos 100 cabezas de ganado.
Fuentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) informaron que se encuentran realizando las investigaciones pertinentes al caso. Entrevistan al testigo y colectan las evidencias de interés criminalístico.
“En esa zona existen bandas dedicadas al robo de ganado. Tenemos varias identificadas y estamos en la fase de investigación para dar con la identificación de los responsables”, reveló el informante.
Los cuerpos fueron trasladados hasta la morgue forense de LUZ. Allí, familiares de las víctimas esperaban la entrega de los cuerpos. Juraron venganza, tal como “lo mandan nuestras costumbres wayuu”.
Rigoberto era el cuarto de nueve hermanos. No deja hijos.