Ya lo han dicho repetidas organizaciones internacionales: En Venezuela hay una “catástrofe humanitaria” y la doctora María Nuñez lo vive día a día, en un hospital del oeste de Caracas, donde en las últimos meses dos de sus pacientes embarazadas han muerto por falta de insumos hospitalarios. Así lo reseña 2001.com.ve
Por Zolanda Patiño Cortés
“Una de esas pacientes estaba tan complicada con acidosis, con una infección, problemas respiratorios y ella necesitaba insumos que no había. No hay medicamentos de emergencia.
Ahorita, por ejemplo no tengo solución y cómo ingreso a alguien aquí, sino tengo nada que ponerle en la vena. La solución es lo más simple y necesario, pero no hay en este momento. A veces no hay yelco, algodón, inyectadoras, obviamente que medicinas tampoco”, asegura Nuñez, quien tiene 20 años de graduada como médico ginecoobstetra y desde hace 6 años se incorporó nuevamente en el sistema de salud público, atendiendo a mujeres de bajos recursos.
La galena asegura que ha tenido conocimiento del fallimiento de al menos 117 mujeres embarazadas en el pasado mes de octubre, a nivel nacional. La cifra no es oficial -no existen- pero son los casos que ella conoce, por los reportes de sus colegas.
Explica que al centro asistencial llegan pacientes que “han ruleteado” por todos lados, lo que ocasiona que el estado de salud de estas parturientas se agrave y terminan muriendo.
“Estos fallecimientos son por que falta sangre, que no tenemos, a veces están complicadas con una sepsis, se infectan, se agrava la infección porque se riega, por decirlo de alguna manera.
Si hay un desprendimiento de placenta, por ejemplo, y hemorragia, pero no se cuenta con hemoderivados y sin insumos necesarios, no se puede ayudar, porque cómo se le repone lo que ha pérdido (….) infección , falta de sangre, esas son las causas”, señala la gineobstetra.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, las hemorragias graves tras el parto pueden matar a una mujer sana en dos horas si no recibe la atención adecuada.
Nuñez cuenta además de otro caso de fallecimiento por falta de bicarbonato, que no se pudo conseguir a tiempo en el hospital.
La paciente -explica la galena- dio a luz por cesárea, luego hizo una hipotomia y presentó una alcalosis, por lo que necesitaba el bicarbonato para reestablecerse.
Guardia restringida. En la guardia de este fin de semana, Nuñez solo contaba con 100 soluciones en el área de obstetricia en el hospital.
“Una paciente puede utilizar entre 3 y 4 soluciones, hay que restringir el uso por si se recibe una emergencia o si hay complicaciones. Para 3 dias, viernes, sábado y domingo, 100 soluciones no son nada. Todo es muy limitado”, comenta.
Sin cifras actualizadas. Según el Ministerio de Salud de Venezuela, en 2016, la mortalidad materna aumentó 65 % y la mortalidad infantil, 30 % en tan solo un año.
Estas cifras son las únicas a las que ha tenido acceso la OMS, de acuerdo con un informe publicado la semana pasada por la organización Human Right Watch.
De acuerdo con el exministro de Salud y miembro de la Red Defendamos la Epidemiología, José Félix Oletta, no se tiene acceso a los números oficiales de enfermedades , morbilidad ni mortalidad materno infantil actualizadas.
“Las cifras existen pero están arbitrariamente censuradas. Desde mayo de 2017 no se libera ningún boletín epidemiológico. El último publicado tardíamente, el de la semana 52 del año 2016, le costó el cargo a la ministra de ese entonces, cuando accidentalmente se difundió”, señala Oletta.
Indica que también están censurados los boletines integrales de salud ambiental y muy retrasados los anuarios de mortalidad del MPPS del 2014 y de morbilidad del 2011.