El ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, pidió este martes que quien quiera que haya ordenado la muerte del periodista saudí Jamal Khashoggi rinda cuentas, mientras el poderoso príncipe heredero Mohamed bin Salmán es acusado de estar tras el crimen.
AFP
“No queremos deteriorar nuestra relación con Arabia Saudita”, pero “quien quiera que haya dado la orden debe rendir cuentas… Quien quiera que haya cometido este crimen debe ser llevado ante la justicia”, dijo Cavusoglu tras reunirse con el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, en Washington.
“Es nuestro objetivo”, agregó, mientras que Donald Trump había estimado más temprano que el misterio podría permanecer sobre los hechos que rodearon la muerte del periodista crítico de Riad.
El presidente de Estados Unidos también dijo que, aunque es posible que el príncipe heredero saudí haya tenido conocimiento del asesinato, Washington ha optado por reafirmar su alianza “inquebrantable” con Arabia Saudita. “Nosotros no tomamos ese tema como un asunto bilateral. Es un caso criminal y judicial que debe ser tratado así”, dijo el ministro turco.
Jamal Khashoggi fue asesinado el 2 de octubre en el consulado de Arabia Saudita en Estambul por un comando que llegó de Riad y que se marchó inmediatamente. La justicia saudí ha inculpado a once personas y pide la pena de muerte para cinco de ellas, de un total de 21 sospechosos, mientras que la administración de Trump ha sancionado a 17 individuos.
Deplorando la insuficiente cooperación desde su punto de vista de los saudies, Cavusoglu reconoció que aún hay preguntas sin respuesta. “Nuestra evidencia no incrimina a nadie” como promotor del asesinato, dijo. Pero, “si Turquía está segura de quién lo hizo, no lo ocultaremos, no vamos a jugar ese juego”.
El jefe de la diplomacia turca también dijo haber escuchado el registro de audio realizado en el consulado al momento de la muerte del periodista saudí, que según las investigaciones fue desmembrado. “Fue en verdad asqueroso y si lo escuchas comprendes que fue una muerte premeditada” explicó luego de que Trump declaró que no quería escuchar esa grabación, porque “es una grabación del sufrimiento”.