Un pequeño pueblo de Colombia decretó toque de queda para los menores de edad, ante lo que el alcalde considera supuestos ataques de “espíritus malignos” invocados por WhatsApp, que provocaron convulsiones e intentos de suicidio en más de una docena de jóvenes.
AFP
Desde finales de la semana pasada las autoridades registraron comportamientos extraños, amenazas de tirarse de puentes, laceraciones, desmayos y cambios de voces de unos 14 menores que usan el popular sistema de mensajería.
El alcalde de la localidad de Pajarito (centro), Inocencio Pérez, prohibió el tránsito y movilización de niños y adolescentes entre las siete de la noche y las cinco de la mañana ante este “tema tan aberrante”.
“Tomé esa decisión con base en los casos de alerta roja que se estaban presentando”, explicó a la AFP. “Unos niños dijeron que se iban a suicidar, hablaban incoherencias que ‘porque ya les había llegado la hora’, se iban a tirar de un puente”.
Pérez aseguró que con esta determinación busca que los padres de familia “se apoderen” de sus hijos y eviten más actos como los ocurridos en los últimos días en este pueblo católico de unos 2.000 habitantes, dedicado a la ganadería y la caficultura.
Además, sostuvo que el toque de queda fue una decisión consultada con la policía, asistentes jurídicos de la alcaldía y psicólogos, tras contrastar las versiones de los jóvenes supuestamente poseídos.
“Hay padres que me han agradecido, pero hay unos niños que están de mal genio”, aseguró.
La restricción se mantendrá vigente hasta que se controle la situación, apuntó el mandatario. En caso de que un menor sea encontrado fuera de su casa, sus padres podrían ser multados.