¿Cómo ahorrar? un dilema para los venezolanos

¿Cómo ahorrar? un dilema para los venezolanos

Un hombre muestra los nuevos cinco y diez billetes de Bolívar Soberano (Soberano Bolívar), luego de que los retiró de un cajero automático en una sucursal de Mercantil en Caracas, Venezuela, 20 de agosto de 2018. REUTERS / Carlos Garcia Rawlins

 

Al escuchar la palabra ahorro Patricia retrocede en el tiempo y recuerda que cuando cumplió los 8 años, en la década de los 90, contaba los billetes y monedas que reunía por muchos meses en una alcancía.

Por: Lourdes Alcalá | Versión Final

El esfuerzo valía la pena, pues lograba comprarse el juguete que anhelaba o los zapatos que quería para alguna ocasión especial. Gastaba en chucherías y hasta dejaba monedas guardadas, para luego gastarlas en lo que necesitaba. Ahora, con 30 años, no tiene claro lo que es ahorrar en un país que, diariamente, presenta una inflación de 3 %, según los datos emanados por la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional. La cifra devalúa sin piedad cualquier monto conservado con la moneda local.

La capacidad de ahorro en Venezuela mermó y seguirá mermando a niveles imprevisibles de acuerdo con las proyecciones de los economistas. Para estas fechas los ciudadanos solo piensan en cómo resguardar su dinero de la devaluación, ya que hoy tienen bolívares, pero mañana esos bolívares valdrán mucho menos, explica Fernando Serrano, analista económico.

“Las personas desconocen qué es ahorrar. En la actualidad solo se hacen operaciones de cobertura que protegen de la inflación de los precios y de la devaluación de la moneda local. Y, para eso, la compra de dólares o de cualquier moneda dura es la solución más acertada ya que, independientemente del precio con el que lo compres hoy, estará más caro mañana”, detalla.

Resistir a la hiperinflación

Venezuela, desde hace años se considera como un país poco ahorrador pero, ahora se presenta con el agravante de que no existe política económica que promueva a hacerlo. Patricia, hace 10 años, consiguió su cuenta bancaria de ahorro en el Banco Mercantil, pero el pago de la tasa de intereses de las instituciones bancarias para los ahorristas, como ella, es irreal e incluso negativa. El porcentaje de inflación se eleva por encima del pago que les otorga los bancos a quienes tienen una cuenta de ahorro.

La situación empeora cuando se trata, además, de un proceso hiperinflacionario. El ingreso, en cuestión de horas, pierde poder de compra y más se tardan los venezolanos en hacer el proceso de incrementar el ahorro en la cuenta, que lo que tardará en disminuir su poder adquisitivo.

Alberto Castellano, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad del Zulia, promueve como plan de ahorro que el acto de consumo sea rápido y sin postergaciones, pues arriesga el poder adquisitivo de su salario. “Hay que adelantar compras de productos no perecederos, ya que su precio hoy, será menor que el de mañana, produciendo un ahorro neto”, afirma.

Fernando Serrano, en cambio, precisa que existe otra posibilidad, muy viable en estos tiempos: la inversión en la bolsa de valores de Caracas, ya que hasta ahora, ofrece rendimientos a la par o por encima de la devaluación, una estrategia que definitivamente constituye una forma de ahorro o de inversión para empresarios o personas de a pie.

En un plan para regresar a la cultura ahorrativa, el Gobierno de Venezuela inició el 3 de septiembre un “Plan de Ahorro en Oro” que consiste en la comercialización de certificados por parte del Banco Central de Venezuela (BCV) que acredita al ciudadano como dueño de un lingote ya sea de 1,5 o de 2,5 gramos de oro. Esto con el fin de ahorrar en medio de la crisis económica que vive el país.

Economistas como Castellano y Serrano, difieren de esta alternativa, aseveran que las políticas de compra de oro que está implementando el gobierno tiene debilidades que eliminan cualquier buena intención. Por un lado está la falta de confianza que tienen como pagador, es decir, la reputación que tiene el gobierno para saldar sus deudas, inclusive ante los mercados internacionales y, por otro lado, el BCV hace una tasa de cálculo con base en el Sistema de Mercado Cambiario (DICOM) muy por debajo de la tasa de mercado maneja todo el mundo.

Caída del dólar

Thessaly González, economista y vicepresidenta de la Academia de Ciencias Económicas del estado Zulia, asegura que la baja del poder adquisitivo del dólar es un problema adicional para el venezolano que decide o que aun puede ahorrar. En el primer trimestre del 2018, $ 100 resultaban una cantidad suficiente para mantener una calidad de vida adecuada. A partir de septiembre 2018 se necesitaban $ 300 y, para el mes de noviembre, se requieren $ 400 para adquirir lo mismo que comprabas a principio del 2018 con apenas cien dólares.

González opina que la compra del dólar –o de cualquier moneda dura– continúa posicionándose como la única opción del ciudadano para proteger su consumo y su patrimonio, por lo que, ante sus inquietudes, no debe preocuparse. “El dólar y la gasolina, junto a los servicios de agua, luz y telefonía representan lo más asequible en nuestra economía, por lo tanto, comprar dólares, aun cuando su poder adquisitivo disminuya, es la mejor alternativa”, explica González.

El presidente de Datanalisis, Luis Vicente León, coincide con esta alternativa, guiándose por lo que prevé que ocurrirá con el dólar. “La inflación ha estado por encima de la devaluación, así que lo más probable es que busque un equilibrio, es decir, considerando que el tipo de cambio es el precio del dólar, el valor de esta moneda subirá para adaptarse a los precios de la economía”, explicó a Versión Final.

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