El centrocampista brasileño Daniel Correa Freitas, cuyos derechos deportivos eran propiedad del Sao Paulo y asesinado en octubre pasado, murió por causa de una puñalada en el cuello, según el laudo del Instituto Forense divulgado este jueves.
EFE
El futbolista, quien jugaba cedido en el Sao Bento de la Segunda división brasileña, fue encontrado sin vida y con los órganos genitales mutilados en una zona boscosa a las afueras de la ciudad de Curitiba tras haber asistido a una fiesta de cumpleaños.
No obstante, los peritos no han conseguido saber si el jugador fue castrado mientras aún estaba vivo o fue posterior a su muerte.
“El degüello parcial fue el motivo de la muerte, pero no es posible precisar cuál lesión ocurrió antes y si tenía señales vitales cuando fue mutilado”, afirmó en rueda de prensa el director del Instituto Médico Legal (IML) regional, Paulino Pastre.
La Policía detuvo y presentó cargos contra siete sospechosos, entre ellos al autor confeso, el empresario Edison Brittes Júnior, quien aseguró que asesinó al jugador porque este habría intentado violar a su esposa, Cristiana Brittes, también arrestada.
Las autoridades no han podido demostrar esa tesis y lo único que está confirmado es que Correa fue sorprendido en la cama mientras Cristiana Brittes dormía y que realizó unas fotografías del momento que compartió después con algunos de sus amigos por WhatsApp.
El futbolista había acudido a la residencia de los Brittes para asistir a la fiesta del cumpleaños 18 de la hija del matrimonio, Allana, otra de las detenidas.
Fue allí donde recibió una paliza tras ser descubierto en el cuarto con la esposa y forzado a entrar en el maletero de un automóvil para ser trasladado a otro local por Edison Brittes, acompañado por varios de sus amigos, también detenidos.
De acuerdo con testigos interrogados por las autoridades, el empresario, al ver las imágenes en el celular de Correa, se bajó del automóvil y le asestó la puñalada en el cuello.
Luego fue arrastrado desde el maletero del auto hasta la zona boscosa donde fue encontrado el pasado 27 de octubre.
“Lesiones dorsales, torácica y en el muslo de Daniel apuntan a que probablemente dos personas cargaron al jugador en ese trayecto”, comentó Pastre.
Sin embargo, Edison Brittes subrayó a las autoridades que cometió el asesinato solo.
Durante el desarrollo de las investigaciones, 21 personas, entre amigos, testigos y familiares, fueron interrogadas por las autoridades para esclarecer este crimen que ha conmocionado al mundo futbolístico brasileño.
Una vez concluido el informe policial, la Fiscalía analizará si presenta denuncias o no contra los siete sospechosos y en caso de que sean aceptadas irán a juicio.