El cineasta italiano Bernardo Bertolucci, conocido por películas como “El último tango en París” o “El último emperador”, falleció en su casa de Roma a los 77 años, indicaron ese lunes los medios italianos y confirmó su oficina de prensa Punto e Virgola en un correo electrónico.
Bertolucci, considerado un maestro del cine italiano y mundial, ganó nueve premios Óscar en 1988 por el “El último emperador”, la biografía del último emperador chino.
En 1972 se dio a conocer en todo el mundo con “El último tango en París”, una película erótica con Marlon Brando y Maria Schneider que provocó un escándalo por una controvertida escena de sexo. La película fue prohibida en Italia.
Según contó Bertolucci después, la joven actriz Maria Schneider, que entonces tenía 19 años, se había visto profundamente afectada por la escena que simulaba sodomía ya que no había sido plenamente informada antes del rodaje del contenido de aquella.
Schneider, que sufrió adicciones a las drogas y depresión antes de su muerte en 2011, dijo cuatro años antes que se había sentido “un poco violada” durante la escena y estaba muy enfadada por ello.
Betolucci fue también uno de los pocos directores de cine italianos en rodar con frecuencia en el extranjero. En París, donde realizó su última película “Los soñadores” (2003), pero también en China con “El último emperador”, en África con “El cielo protector” (o “Refugio para el amor”) o en Bután con “El pequeño buda”.
Nacido en Parma, en el noreste de Italia, en 1941, Bertolucci hizo también películas de alto contenido político e histórico, como “Novecento” (1976), que recorre la historia de las luchas de clase en el rico valle del Pô a través del destino de dos amigos de infancia a principios del siglo XX.
La película tiene un prestigioso casting internacional (Robert De Niro, Gérard Depardieu, Burt Lancaster, Dominique Sanda). Otro ejemplo es la película “El conformista”, sobre la izquierda en tiempos del fascismo italiano.
El cineasta, que en los últimos años iba en silla de ruedas, creció en un entorno rico e intelectual y empezó a apasionarse por el cine a través de la película “La Dolce Vita” de Federico Fellini. Su padre, poeta, profesor de historia y crítico de cine, le regaló su primera cámara 16mm a los 15 años.
“Era el último emperador del cine italiano, el señor de todas las epopeyas y escapadas. Se acabó la fiesta: se necesitan dos para bailar el tango”, declaró el lunes a la AFP Gilles Jacob, expresidente del Festival de Cannes, que le concedió una Palma de Oro honorífica en 2011 por el conjunto de su carrera.
Cuando se le preguntó en 2013 cómo le gustaría ser recordado, Bertolucci respondió a la AFP: “No me importa”. AFP