El inglés Lewis Hamilton, que hacía un mes, en Ciudad de México, ya había asegurado su quinto Mundial de Fórmula Uno, encabezó en 2018 el quinto año triunfal de Mercedes, que volvió a festejar ambos títulos -pilotos y constructores- en la categoría reina, que en Abu Dabi despidió a una de sus grandes figuras, el doble campeón mundial español Fernando Alonso.
Hamilton, de 33 años, igualó las cinco coronas del argentino Juan Manuel Fangio, el mito que ‘arrasó’ en los años 50; y sólo tiene por delante ya al alemán Michael Schumacher, único séptuple campeón mundial, convaleciente aún del grave de esquí que sufrió a finales de 2013 en Meribel, en los Alpes franceses.
El excéntrico y espectacular campeón de Stevenage demostró ser insaciable y, sin nada en juego, ganó también en el circuito de Yas Marina, donde había elevado a 83 su propio récord histórico de ‘poles’. Lewis cerró el año con once triunfos y, con 72, se acerca poco a poco a la plusmarca del ‘Kaiser’, 91 veces victorioso en F1.
Hamilton añadió al que había logrado en 2008 con McLaren su cuarto título con las ‘flechas plateadas’, que obtuvo claramente, con 408 puntos, 88 más que el alemán Sebastian Vettel -cuádruple campeón mundial, con Red Bull (2010-13)- que finalizó, con cinco victorias, su cuarto año sin títulos con Ferrari.
Un equipo que de nuevo tuvo que doblar el brazo ante Mercedes, que se anotó por quinto año seguido el Mundial de constructores, con 84 puntos de ventaja (655 frente a 571) sobre la ‘Scuderia’, que en Yas Marina certificó el tercer puesto final en el campeonato del finlandés Kimi Raikkonen. Lo único que estaba en juego en la capital de los Emiratos Árabes.
Raikkonen, último campeón mundial de Ferrari (2007), cambiará coche el año que viene con el monegasco Charles Leclerc (Sauber), quizá la noticia más sonada con miras a 2019, junto al regreso a la F1 del polaco Robert Kubica. El australiano Daniel Ricciardo se va a Renault tras dejar -junto al holandés Max Verstappen-, a Red Bull en la tercera posición del Mundial de constructores.
Alonso, de 37 años, que este fin de semana fue festejado por todo lo alto en su despedida de la F1 -que muchos esperan que sea sólo un ‘hasta luego’- recibió el mejor homenaje posible, tras la carrera y en la misma pista. Por parte de Hamilton y de Vettel, que lo escoltaron hasta la recta de meta, donde los tres quemaron gomas efectuando unos cuantos ‘donuts’ en la fiesta final de Yas Marina.
Donde el español Carlos Sainz, que el año que viene ocupará en McLaren la plaza que deja vacante Alonso, quiso homenajear a su compatriota firmando su mejor carrera del año, su última con Renault, que acabó sexto. Superando en la general final al ovetense: ‘Carletes’ -que rodará esta semana en los test de Abu Dabi- concluyó décimo, con 53 puntos; tres más que su amigo, undécimo en su última carrera en F1 y en el certamen.
El mexicano Sergio Pérez (Racing Point Force India) acabó octavo el Mundial, tras finalizar en esa posición la última carrera del año. ‘Checo’ sumó 62 puntos y se quedó a siete del alemán Nico Hülkenberg, compañero de Sainz en Renault, que fue el mejor de entre el resto (‘the best of the rest’), en un campeonato en el que sólo optaban a ganar tres coches.
El doble campeón mundial asturiano, con 32 triunfos -los 32 de España en toda su historia- en F1, categoría en la que firmó 97 podios, 22 ‘poles’ y 23 vueltas rápidas, completó en la capital de los Emiratos su vigésimo séptimo fin de semana de carreras del año.
Ahora afrontará nuevos retos, que apuntan a refrendar su liderato en las tres pruebas que le quedan al Mundial de Resistencia (WEC), cuya ‘súper-temporada’ concluye en 2019; y a completar el curso que viene la ‘Triple Corona’, que capturará si, después de ganar el Gran Premio de Mónaco y las 24 Horas de Le Mans (Francia), también se anota, en mayo, las 500 Millas de Indianápolis (EEUU).
Alonso, que también disputará, en febrero, las 24 Horas de Daytona (Florida, EEUU) no descansa; y a primera hora del día voló hacia Bahréin, donde este lunes rodará en el circuito de Sakhir, intercambiando coches con el estadounidense Jimmie Johnson, mito de la Nascar, cuyo campeonato ha ganado en siete ocasiones. EFE