El cineasta italiano Bernardo Bertolucci, relevante figura de la cinematografía italiana de la segunda mitad del siglo XX, con obras como “Last tango in Paris”, “Novecento” o “The Last Emperor” falleció en Roma a los 77 años, informaron los medios de comunicación italianos.
Poeta, productor, guionista y director estaba considerado el último “gran maestro” del cine italiano al firmar grandes obras maestras como “The Last Emperor” con la que ganó nueve Oscar en 1988, entre ellos mejor película, director y guión.
Nacido en Parma (norte) el 16 de marzo de 1941, su llegada al mundo de la cultura y del séptimo arte no fue casual ya que pertenecía a una familia de reconocidos escritores y cineastas italianos.
Sus obras nunca dejaron indiferentes a público y critica, algunas suscitaron enormes polémicas como “Last tango in Paris” (1972) , la tormentosa historia de amor protagonizada por Maria Schneider y Marlon Brando que fue censurada en países como España.
Entre los numerosos premios que recibió fue galardonado con el León de Oro a la carrera en el Festival de Venecia en 2007 y la Palma de Oro honoraria en el Festival de Cannes en 2011.
Con “The Last Emperor” recibió el Oscar como mejor película y mejor guión en 1988.
Bertolucci entró en el mundo del celuloide con veinte años de la mano de Pier Paolo Pasolini, a quien asistió durante el rodaje de “Accattone” (1961).
Su primera producción cinematográfica fue “La commare seca” (1962), poniendo así el punto de partida a una fulgurante carrera como cineasta que le ha situado entre los más importantes de la historia italiana, siembre en búsqueda del intimismo y en continuo análisis de la juventud.
Tras esta cinta dirigió “Prima della rivoluzione” (1964) o “Il conformista” (1970), obras con las que se consagró como un director que trabajaba en la introspección de sus personajes.
Su carrera internacional llegó con “Last tango in Paris” que le supuso dos nominaciones al Premio Óscar como Mejor Director y Mejor Actor en 1973 y, en ese mismo año, también recibió otras dos nominaciones en los Globos de Oro, a la Mejor Película y al Mejor director.
No consiguió ninguno de estos galardones, pero Bertolucci ya se había situado en la primera plana del cine internacional.
Continuó su éxito internacional con “Novecento” (1974-1976), dividida en dos actos, que retrata la vida campesina de la Italia de la Gran Guerra y del fascismo.
En 1987 estrenó la película que le granjeó un mayor reconocimiento “The Last Emperor”, que acabó reconocida por cuatro Globos de Oro y nueve premios Óscar, y que recupera la figura de Puyi, el emperador de China derrocado por la revolución de 1911.
Seis años después, en 1993, estrenó otra recordada producción, “Little Buddha”, la historia de un niño estadounidense en quien unos monjes budistas creen ver la reencarnación de uno de sus lamas.
En 2003 dirigió “The dreamers”, tras la que se vio obligado a quedar postrado en silla de ruedas por un grabe problema en la espalda.
Su última película es de 2012, “Io e Te”, en el que volvió a tratar el tema de los jóvenes. EFE