Este 28 de noviembre se cumplieron dos años del trágico accidente que se llevó la vida de 71 personas después que el vuelo 2933 de la compañía LaMia se estrelló en Cerro Gordo (Colombia) a causa del exceso de peso y la falta de combustible.
Infobae
Fueron seis los supervivientes de aquel recordado episodio entre los que sobrevivieron tres futbolistas, un relator, una de las azafatas y el mecánico de aviones. Tras meses de recuperación lograron retomar sus vidas de la mejor forma que pudieron.
En cuanto a lo futbolístico, el Chapecoense, que se hizo con la Copa Sudamericana en 2016 gracias al noble gesto de Atlético Nacional de cederle el título (el equipo brasileño viajaba a Medellín para disputar el primer partido de la final) hoy se ubica en la parte baja de la tabla del Brasileirao y lucha por no descender.
Alan Ruschel fue el primer sobreviviente que se rescató de aquella terrorífica escena. Fue trasladado al hospital y fue sometido a dos cirugías en la columna y corrió riesgo de quedar parapléjico.
En agosto del 2017 recibió, junto a sus dos compañeros, una ovación de todo el Camp Nou tras disputar el Trofeo Joan Gamper, primera vez que disputaba unos minutos en cancha luego del accidente. Ruschel fue el único que pudo volver a jugar profesionalmente hasta el momento. Si bien sólo jugó en siete encuentros en lo que va del 2018, en dos de ellos pudo completar los 90 minutos (frente a EC Vitoria y San Pablo).
El defensor central Helio Neto fue el último en ser rescatado. Estuvo en estado crítico y recibió distintas operaciones. En enero del 2017 consiguió volver a caminar por sus propios medios y recibía una noticia esperanzadora: su carrera futbolística podía seguir en pie.
Se pensaba que sería el primer jugador sobreviviente en regresar a los terrenos de juego, pero aún no lo ha hecho. Hélio Zampier, que juega de defensa central y tiene 33 años, aún no ha vuelto a jugar oficialmente (sí lo hizo en partidos amistosos). Hoy disfruta de su vida junto a su esposa e hijos y continúa trabajando para volver.
Jackson Follmann es el ejemplo de vida y superación que dejó el trágico episodio. Era un prometedor arquero de solo 24 años cuando sucedió. Finalmente y contra todas sus expectativas tuvo que abandonar su carrera profesional tras el accidente, tuvieron que amputarle la pierna derecha y operar su tobillo izquierdo.
En febrero del 2017 comenzó su nueva vida junto a su prótesis. “Voy a tratar de familiarizarme con mi nuevo cuerpo y espero adaptarme rápido. Y quién sabe si pueda estar en unos Juegos Paralímpicos de aquí a unos años”, aseguraba el brasileño que nunca bajó los brazos y siempre buscaba verle el lado positivo a las cosas. Follmann se convirtió en el Embajador de la Asociación Chapecoense de Fútbol y comparte su día a día en las redes sociales.
El periodista y relator Rafael Henzel viajaba en aquel vuelo con la intensión de relatar al equipo de su vida, junto a otros 20 colegas. Pasó un mes en el hospital de Medellín hasta que regresó a Chapecó. Hoy continúa ejerciendo su profesión en Radio Oeste Capital como locutor, además de narrar partidos del equipo brasileño y dar charlas sobre lo ocurrido.
La azafata de LaMia fue la última en abandonar el hospital de Colombia. Ximena Suárez fue una de las que más daños psicológicos tuvo, a tal punto que no pudo continuar con su profesión principal, dedicándose exclusivamente a modelar, tal como lo muestra en sus redes sociales.
Erwin Tumiri, el mecánico de aviones que menos heridas físicas sufrió, continúa trabajando en todo lo relacionado a la aeronáutica y sigue perfeccionándose para ser piloto comercial en Bolivia, ciudad de la cual es originaria la compañía LaMia.