Contestando a quién pregunta por qué no se ven liberales o entusiastas de la economía de mercado entre quienes aparentan manejar la oposición unida, ahora rebautizada como frente amplio… se le contesta que nunca nos llamaron para conocer nuestra opinión y tampoco parece, a tenor de las diarias declaraciones de los voceros de partidos y jefes de grupillos, que hacen vida entre la proliferación de siglas del frente amplio… haya alguien a favor del libre mercado.
De hecho pareciera que para descollar entre los fundadores del frente amplio priva la exigencia de posponer la economía ante el día a día de la política.
Y para ser equilibrado tampoco veo muchos partidarios del libre mercado buscando cabida en el amplio frente.
En lo personal pienso que nuestra voz hace falta en cualquier movimiento, frente o patota, que pretenda sacar del poder un gobierno que ha empobrecido al país como nunca y que se enorgullece de ello.
Tampoco creo que ayuden las caras gastadas de quienes llevan 20 años de fracasos opositores a sus espaldas. Menos aún ayudaran o indican voluntad del cambio requerido por una sociedad desvencijada como la nuestra tras dos décadas de chavismo, las boberías propuestas desde el frente a modo de “estrategias”, como paralizar todo hasta el 10 de enero, cuando por arte de magia las cosas cambiarán.
Los hechos razonados dejan desnudos ante la ciudadanía lo arriesgado y bobo que es pronosticar para el 10 de enero, como si fuesen profetas hebreos estos jefes del frente amplio, un cataclismo en Venezuela.
¿Quién le dijo al cogollo político que secuestró al frente amplio, que para reclamar con fuerza el desmantelamiento del país, en medio del mayor grado de empobrecimiento y corrupción, final, por cierto pronosticado, hace 20 años por nosotros los liberales… hay que esperar… hasta el 10 de enero?
Escurren el bulto los directivos del frente amplio o quizás sea que simplemente se proponen sustituir algún día los mandatarios chavistas… sin cambiar las reglas de un juego perverso que condena nuestra sociedad a vivir en la miseria. De ser así merecen nuestro desprecio, pero sigamos.
Saben muy bien los directivos del frente amplio –los mismos que dilapidaron el capital de la MUD-, que la ANC fue convocada con apego a la Constitución. Que se pudo ganar como pudo ser también en el caso de alcaldes y gobernadores. Y que si falta algún detalle –que por cierto no fue el referendo previo- el Presidente cuenta, como todos los gobiernos que le precedieron salvo Pérez II, al Poder Judicial que en nuestra tradición sería capaz, de ser preciso, de legalizar las groseras y astronómicas ganancias obtenidas sin esforzarse mucho… por los señores –y esto es un decir- Andrade, Gorrín y Torres Ciliberto que está en cola y busca desesperado la nacionalidad italiana –¿o será siciliana?- para escapar de la justicia yanqui.
Pero esos apuntes jurídicos o leguleyos no le importan a quienes manejan el frente amplio ya que calculan camuflarse tras el odio generado por un gobierno insensato en lo económico para que les perdonen las insensateces.
Odio que en esta fecha impide razonar y oculta lo bobo que resulta ofrecer cambios para el 10 de enero como lo fue asomar que a Nicolás Maduro lo detendría Interpol cuando asistiera a la toma de posesión de López Obrador.
Montados sobre un cúmulo de boberías los excluyentes jefes del frente amplio insisten en ir al diálogo con el gobierno pero sin cambiar las políticas que llevan años fracasando como es pretender resolver con acomodos entre políticos lo que en esencia es un problema económico y uno tiene derecho a preguntar.
Por ejemplo: ¿Pasado el fiasco anunciado del 10 de enero van a dialogar para pedir que les nombren otro Rector del CNE o media docena de Magistrados del TSJ… canonjías en las que no se pusieron de acuerdo los 40 partidos de la MUD y que ahora pretenden acordar entre 100 o más organizaciones del frente amplio?
¿Y si se pusieran de acuerdo en qué se favorecería el venezolano? ¡En nada, es obvio¡
Pero, ¿qué pediríamos los liberales desde nuestra digna debilidad al frente amplio en caso de participar en los diálogos?
Simple Perogrullo: Desde esa base le exigiríamos al nuevo gobierno de Nicolás Maduro que comenzara a cumplir con los dogmas socialistas que el Presidente ofertó cuando buscó votos el año pasado, dogmas en los que nosotros no creemos.
¡Que a cada venezolano le llegue su caja CLAP con los mismos productos, la misma regularidad en el tiempo y al mismo precio, sin exclusiones¡
No es mucho pedir si entendemos que eso lo hacen los cubanos con su carnet de racionamiento… gratis… desde los años sesenta del siglo pasado.
En otros diálogos pediríamos el retiro de todas las alcabalas militares y policiales de carreteras, vías y autopistas… así bajarían los precios de los productos agrícolas aunque unos cuantos corruptos queden desempleados.