En 2017, 164 millones de personas en el mundo eran trabajadores migrantes, un aumento del 9% desde 2013, según las estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT, órgano de la ONU) publicadas este miércoles.
AFP
En el informe, la OIT revela que los trabajadores migrantes representan 4,7% de la fuerza de trabajo mundial, y que la inmensa mayoría encontraron un trabajo en los países donde los ingresos son altos o medios.
El informe, basado en cifras del año 2017, define a un trabajador migrante como a una personas de más de 15 años que viajó a un país extranjero para buscar trabajo, o bien una persona que ya está en el extranjero y que busca o encontró trabajo en el país de destino.
Los 164 millones de trabajadores migrantes registrados en 2017 representan un importante aumento con respecto a los 150 millones de 2013.
Las cifras incluyen a los refugiados que encontraron trabajo en el país de acogida, según la OIT.
El número total de migrantes creció por su parte de 232 millones en 2013, a 277 millones en 2017.
Manuela Tomei, directora del departamento de la OIT encargado de las condiciones de trabajo, indicó que las migraciones no se detendrán y pidió a los países de la ONU que adopten el pacto mundial de esta última sobre la cuestión, que debería firmarse en una cumbre en Marruecos el 10 y 11 de diciembre.
Según el informe de la OIT, el 58% de los trabajadores migrantes, unos 96 millones de personas, son hombres, lo que supone un aumento del 2% en relación a 2013.
“Cada vez más mujeres buscando trabajo migraron de manera autónoma en las últimas dos décadas, pero las discriminaciones que sufren, muchas veces a causa de su sexo o de su nacionalidad, reducen sus posibilidades de empleo en los países de destino en comparación a los hombres”, explicó Tomei.