El multimillonario Jeffrey Epstein fue acusado hace diez años en Florida de abusar sexualmente de docenas de niñas, pero tras un acuerdo secreto con la fiscalía apenas visitó la prisión. El fiscal de entonces es ahora secretario de Trabajo de Donald Trump y algunos piden su renuncia.
El diario Miami Herald pidió en su editorial del jueves la renuncia de Alexander Acosta de la cartera de Trabajo en Washington tras una extensa investigación de ese diario sobre el enterrado caso Epstein.
Acosta, quien fue fiscal federal basado en Miami, está según el diario “éticamente comprometido” por haber aliviado con 13 meses la pena del multimillonario en un caso de abusos sexuales de menores y posible trata que podía haberlo enviado a cadena perpetua en 2008.
“Recomendamos que Acosta renuncie a su actual cargo por permitir que un hombre rico, poderoso y conectado políticamente eluda la justicia y se salga con la suya fácilmente”, dice el editorial.
A raíz de la investigación del Herald divulgada la semana pasada, una petición en línea que exige la renuncia de Acosta tenía el jueves casi 70.000 firmas. En una entrevista a CNN, la representante demócrata por Florida, Debbie Wasserman Schultz, calificó el acuerdo de “repugnante”.
Según una de las demandas, Epstein contrató, a través de reclutadoras, adolescentes necesitadas económicamente para que le hicieran “masajes” que derivaban en abusos sexuales. Luego les pagaba 200 o 300 dólares.
Residente en Palm Beach -donde también el actual mandatario tiene su mansión de invierno-, Epstein es un adinerado financista que se codea con la elite económica y política estadounidense, como Trump y el expresidente Bill Clinton.
De acuerdo al Miami Herald, Epstein hizo un trato secreto con el entonces fiscal federal Acosta sin que las víctimas fueran informadas.
El acuerdo de “no-judicialización” de 2008 determinó que el multimillonario, que entonces tenía 54 años, se declarara culpable sólo de dos cargos de prostitución y pasara 13 meses en una prisión del condado.
Epstein pasó casi toda su condena fuera de su celda, en su oficina de Palm Beach, debido a “privilegios laborales” que obtuvo a pesar de ser un predador sexual, de acuerdo a la investigación del Herald.
“Censurable pre y post #MeToo”
Las víctimas, ahora de cerca de 30 años, creen que los fiscales que se suponía que las estaban defendiendo fueron parte de un esquema de silenciamiento.
“A nadie le han dicho la verdad de lo que Jeffrey Epstein hizo”, dijo al Herald una de las víctimas del multimillonario, Michelle Licata.
El diario identificó a 80 mujeres de cerca de 30 años que dijeron haber sido abusadas sexualmente por Epstein entre 2001 y 2006. De ellas, localizó a 60, cuatro de las cuales accedieron a ser filmadas.
“Lo que Acosta hizo cuando el caso Epstein cayó en su escritorio es censurable en la era pre y pos #MeToo”, dijo el Herald en su editorial de este jueves.
Tras un proceso separado que llegó a tribunales esta semana, el caso volvió a la luz. En él, Epstein demandaba al abogado Bradley Edwards, quien representa a varias de las supuestas víctimas del millonario, por conducta indebida.
El asunto se resolvió el martes con un acuerdo y las víctimas, una vez más, no tuvieron oportunidad de ser escuchadas en un tribunal.
No obstante el abogado de Edwards, Jack Scarola, aseguró que el letrado trabajará para conseguir la anulación del acuerdo de 2008 y llevar a Epstein ante un jurado.
Edwards no respondió a la AFP en este sentido. El entonces abogado de Epstein, Alan Dershowitz, estimó improbable que el acuerdo pueda ser revocado.
“Él ya cumplió su sentencia y sería una doble inculpación si lo enjuician de nuevo”, dijo a la AFP.
AFP