Entre toda la información que ha emergido durante poco más de un mes que lleva el juicio en Estados Unidos contra el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, ha emergido la historia de un personaje que ha llamado la atención por su coincidencia con el estreno de “The Mule” (La Mula), la más reciente cinta del director y actor Clint Eastwood.
Por Infobae
La historia está basada en un periodo de vida de un veterano de guerra estadounidense, Leo Sharp, quien fue detenido en 2011 por traficar cocaína para el Cártel de Sinaloa.
Su nombre, según la prensa, salió a relucir en días pasados en medio de las confesiones de testigos que han implicado a “El Chapo” Guzmán con diversos delitos como asesinatos, sobornos de altos funcionarios mexicanos –incluidos dos ex presidentes– y por su puesto tráfico de droga y “lavado” de dinero.
En medio de ese torrente de información que ha significado el juicio que enfrenta el jefe narco del Cártel de Sinaloa, apareció el nombre de Sharp, identificado como “El Tata”, un hombre que comenzó a trabajar para el grupo criminal cuando ya rondaba los 60 años y cuya historia llegará a las pantallas en este mes de diciembre.
Según información de la prensa estadounidense, el veterano de la Segunda Guerra Mundial Leo Sharp se dedicó al cultivo de lirios cuando dejó el Ejército de su país. Incluso ganó premios internacionales por la diversidad de ejemplares que desarrolló de esa flor.
Según investigaciones periodísticas, la American Hemerocallis Society tiene el registro de aproximadamente 180 especies de esta plata registradas con el nombre Sharp.
En algún momento, sin embargo, el ex militar abandonó el cultivo de sus lirios para comenzar a traficar droga con el Cártel de Sinaloa.
Darryl Goldberg, abogado de Sharp, afirmó en una entrevista que un empleado de su cliente, mexicano de origen, fue quien lo contactó con la gente de “El Chapo” Guzmán.
“Tiene sentido que un campesino de ascendencia mexicana lo haya presentado”, dijo en su momento.
De horticultor a “mula” del Cártel de Sinaloa
“El Tata” comenzó trasladando dinero de Estados Unidos a México, y después cocaína en sentido contrario, de acuerdo con la información que sobre él ha publicado la prensa en Estados Unidos, incluido un perfil que sobre este personaje hizo el diario The New York Times.
Cuando Sharp comenzó a traficar cocaína para el Cartel de Sinaloa, ya rondaba los 70 años, y durante una década trasladó grandes alijos de droga hacia su país hasta que fue detenido en 2011.
La leyenda dice que él había querido abandonar el tráfico de droga, pero que los matones del cártel mexicano se lo habían impedido a punta de amenazas.
Como sea, su aspecto y sus antecedentes de veterano de guerra jugaron a su favor para alejar las sospechas en su contra. Hasta que una investigación de la DEA (la Administración para el Control de Drogas) reveló el importante papel que estaba desempeñando para la organización de “El Chapo” en Estados Unidos, especialmente en la zona de Detroit.
Según aquella investigación, solo en 2010 Sharp había llevado hasta las calles de Detroit aproximadamente una tonelada de cocaína, entre los meses de febrero y junio.
A los agentes antinarcóticos los sorprendió menos el volumen de droga que saber que una sola persona había sido responsable de trasladar tal cantidad de droga.
Aquel era el anciano Leo Sharp, el horticultor que en 1986 había bautizado con su nombre una nueva especie de lirio llamada Siolam Leo Sharp.
A partir de la intercepción de llamadas telefónicas, la DEA descubrió la capacidad operativa de aquel hombre que se acercaba a los 80 años, y que había sido capaz introducir a Detroit, él solo, entre 200 y 250 kilos de cocaína al mes, durante aquel año de 2010.
Durante las investigación, a los agentes estadounidense les había llamado la atención sobre todo el apodo que intercambiaban en sus comunicaciones los narcotraficantes mexicanos.
Hablaban de “El Tata” como uno de sus más valiosos “transportistas” a bordo de su camioneta Lincoln.
Acumulada la información suficiente para su detención, en octubre de 2011 la DEA desplegó un operativo con policía estatal a lo largo de una autopista que llevaba a Detroit.
Los agentes identificaron la camioneta de “El Tata” al filo de las 3 de la tarde del 21 octubre, y así comenzó una discreta persecución a la que se sumaron los vehículos de los agentes de la DEA.
Al cabo de unas horas de camino, uno de los patrulleros detuvo a Sharp con el pretexto de una infracción menor. Según la prensa, Sharp se mostró muy ofendido cuando el agente le preguntó si llevaba algún tipo de arma y lo sometió a revisión.
Como se negó a que la policía revisara su vehículo, la policía echó mano de los perros detectores de narcóticos que pudieron identificar la carga de droga en su camioneta. En la parte trasera había nada menos que con 104 ladrillos de cocaína.
En una entrevista con la cadena ABC de Estados Unidos, Sharp dijo que el truco para pasar desapercibido era que no existía truco: “Simplemente, la policía no se va a molestar en parar a un viejo que atraviesa Arizona en coche”.
Tras su detención en la Interestatal 94, “El Tata” fue juzgado y sentenciado en 2014 a 3 años de prisión y otros 3 de libertad condicionada. Como parte de un acuerdo con la fiscalía, también aceptó entregar su propiedad de Florida y 500 mil dólares al gobierno estadounidense.
Su abogado Darryl Goldberg había intentado todo para evitarle la cárcel a su cliente, tratando de sacar cierta ventaja de su condición de veterano de guerra.
“El señor Sharp ya estaba matando nazis en las montañas antes de que nosotros hubiésemos nacido. Y así no es como debemos honrar a nuestros héroes, aunque hayan caído en desgracia”, alegó el abogado, quien advirtió que su defendido no sobreviviría a la estancia en prisión.
Un año después de que le dictaron condena, a Sharp le detectaron una enfermedad terminal y fue liberado por su débil condición de salud. Finalmente falleció en su casa, el 12 de diciembre de 2016, a los 92 años.
Esta es la historia que llegará a los cines con el título de “The Mule” y la dirección de Clint Eastwood, en medio de la cascada de historias poco conocidas que ha revelado el juicio de “El Chapo” Guzmán.