La infidelidad, el amor, el sexo; pero también el riesgo, el gozo, la plenitud, la vida, son los grandes telones de fondo de esta novela. Publicada en el sello Booket de Editorial Planeta, la autora plasma la historia de personajes cuyas vidas orbitan alrededor de una triada de fuego que sin saber han creado.
Alejandra, la protagonista, tiene un amante. El detalle que cambia todo el panorama es que lo ama. Ella, mujer atractiva e inteligente vive una apasionada experiencia de amor y sexo con Fernando, evocaciones sensoriales, reflexiones filosóficas y humanistas, realidad y fantasía, rebelión ante barreras culturales.
“Y así es esta historia, real, mentira, ficción, amor, engaño, por eso es más ciencia que ninguna, pues es empírica, comprobable, simétrica, valor y antivalor… la ciencia da para todo, un mismo hecho puede ser o no serlo de acuerdo con cómo se mida; un mismo amor puede serlo o no serlo de acuerdo con cómo se viva y se cuente. Para algunos, amor; para otros, solo amantes, quizás solo sexo, besos incendiados, con culpa, con emoción. Mis besos, tus besos, ¡qué más da! ¿¡Quién nos quita lo bailado!?”, dice la protagonista.
En esta novela, la soledad y sus privaciones afectivas determinan profundas carencias, vacíos en los intersticios psíquicos del afecto. Los traumas tempranos no resueltos son dictadores que subyugan a la protagonista y la guían para la trágica repetición del dolor y el sufrimiento. El trauma dictatorial requiere su confirmación. Por eso ama y desea al hombre ajeno. Se confirma así su condición psicopatológica
de abandono y privación afectivo. Otra vez Alejandra abandonada y malquerida…
“Él está presente en el hotel de alivio de urgencias orgásmicas y de brevedades amatorias, pero está ausente de su vida. El hombre es ajeno, pero ella niega esta realidad, y así se refleja en el título de esta novela”, dice Rómulo Aponte en el prólogo de esta novela.
Nota de Prensa