Estuvo durante años al cuidado de Hugo Chávez, perteneció al círculo cercano del exmandatario y ejerció como tesorera del gobierno venezolano durante dos años. Pero ahora, Claudia Patricia Díaz Guillén teme que España la extradite a Venezuela, donde enfrenta cargos de blanqueo y malversación, publica BBC News Mundo.
Díaz Guillén fue detenida el pasado mes de abril en Madrid junto a su marido, Adrián José Velásquez Figueroa, quien se ocupaba de labores de seguridad en una dependencia gubernamental venezolana.
La justicia venezolana los reclama por presuntos delitos de blanqueo y enriquecimiento ilícito mientras ocuparon cargos públicos durante el gobierno de Chávez.
“Nos torturarían, nos violarían todos los derechos, que de por sí, ya nos los han violado”, dice Díaz Guillén en entrevista con BBC Mundo al ser preguntada sobre qué cree que le ocurriría si es extraditada a su país.
En un primer fallo el pasado mes de octubre, la Audiencia Nacional de España dio luz verde a su extradición, a petición de las autoridades venezolanas. Su defensa recurrió la decisión alegando que su entrega pone en “grave riesgo su vida”.
De enfermera de Chávez a tesorera nacional
Díaz Guillén era militar y en 2001 se incorporó a la Guardia de Honor, el cuerpo encargado de la seguridad del presidente. Compaginó su carrera militar con la obtención de los títulos de Enfermería y Derecho en la Universidad Central de Venezuela.
Eso le valió para incorporarse, a partir de 2003, al equipo de médicos y enfermeras de Chávez, donde estuvo hasta el año 2011, y después a la Oficina Nacional del Tesoro.
Defiende que accedió a esos cargos públicos por méritos propios.
“A mí se me ha presentado como una enfermera sin más, sin ningún tipo de preparación, y yo soy una mujer que se ha preparado, ha estudiado, y he compaginado muy bien la carrera militar con la obtención de dos carreras”, dice.
Aunque señala que su relación con el fallecido mandatario era “meramente profesional”, destaca que “durante los 8 años que trabajé directamente con él en las funciones de enfermería se creó una relación de respeto y amistad”.
“Lo recuerdo como una persona muy humana, una persona buena y sensible”, agrega sobre el mandatario, fallecido en 2013.
Se desliga “completamente de las funciones de enfermería” en 2011 -el mismo año que se le detecta el cáncer a Chávez- cuando pasa a ser nombrada responsable de la Oficina Nacional del Tesoro, cargo que ejerció durante dos años, al igual que el de secretaria ejecutiva del Fondo para el Desarrollo Nacional (FONDEN).
Ambos son puestos de alta responsabilidad económica en los que recibía órdenes directamente del ministro de Finanzas, Jorge Giordani.
Pero todo cambió para Díaz Guillén cuando la salud de Chávez empeoró.
“En la última etapa de su enfermedad es cuando el ministro y yo nos vemos sometidos a unas fuertes presiones por parte del alto gobierno, que en ese momento Chávez no lo podía ejercer directamente, ya en los últimos meses de su enfermedad, en los últimos meses de 2012. Y es cuando comenzamos a recibir unas instrucciones totalmente ajenas a la ley, y el ministro (Giordani) y yo nos negamos rotundamente”, dice la exenfermera.
“El ministro y yo estábamos muy sorprendidos de cómo con el presidente en sus últimos momentos de vida eran capaces de emitir este tipo de instrucciones, como un poco aprovechándose de que él estaba en sus últimos momentos”.
Díaz Guillén rechaza dar los nombres de las personas que emitieron esas instrucciones “ajenas a la ley”, porque dice que está sometida a un proceso de extradición y que teme por su vida. Se limita a decir que fueron “altos funcionarios”.
Sí nos explica que una de esas instrucciones tuvo que ver con la devolución del pago de los impuestos realizado por una empresa.
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