El presidente francés, Emmanuel Macron, defendió este jueves sus propuestas para apaciguar la “cólera” de los ‘chalecos amarillos’ como una respuesta “legítima e importante” para Francia, a su llegada a una cumbre europea en Bruselas.
AFP
“Ningún país avanza si no escucha esta parte de cólera legítima” de su “pueblo”, aseguró Macron, cuyos anuncios de un mayor gasto fiscal preocupan en Bruselas por superar el límite fijado en 3% del PIB de déficit nacional.
El jefe de Estado galo calificó no obstante de “legítima e importante para Francia” esta respuesta a las protestas, que “no afecta en modo alguno” a su voluntad de “controlar” el gasto y de mantener el “marco de reformas”.
Macron, que expondrá a sus 27 pares europeos sus decisiones, anunció el lunes una subida de 100 euros del salario mínimo, la anulación de un nuevo impuesto para los jubilados con pensiones bajas y la exención de impuestos y contribuciones sociales a las horas extraordinarias.
El inquilino del Elíseo justificó su decisión ante esta “cólera” que recorre “Europa con el voto a los extremos, con el Brexit”.
Sus medidas costarán en total unos 10.000 millones de euros, lo que podría llevar el déficit público al 3,4% del PIB, cuatro décimas por encima del límite fijado por las reglas europeas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC).
Tras un 2,7% del PIB de déficit en 2017, el ejecutivo comunitario, que dijo el martes que seguirá “de cerca” los anuncios de París, estimó en noviembre que Francia registraría un 2,6% en 2018 y un 2,8% en 2019.
El anuncio de un mayor gasto público en 2019 llega cuando la Comisión Europea mantiene un pulso con el gobierno italiano, cuyos presupuestos para ese año rechazó por prever un déficit en el 2,4%. El miércoles, Roma rebajó su previsión al 2,04% tras una serie de conversaciones con Bruselas.