Días atrás, Meghan Markle sorprendió a todos al presentarse en los British Fashion Awards para apoyar a la diseñadora de su vestido de novia, Clare Waight Keller, publica Infobae.
Durante su participación en el evento realizado en el Royal Albert Hall, la duquesa de Sussex, con un impactante vestido negro de la casa Givenchy, se retrató tocando su panza de embarazada. La imagen fue tomada detrás del escenario junto a Clare Waight Keller, la gran galardonada de la noche, y la actriz Rosamund Pike, conocida por la película Gone Girl.
Esta imagen radiante y glamorosa de la esposa del príncipe Harry no iba a gustarle a la realeza y, al parecer, la propia Markle pidió que se retirara la foto de las redes sociales para no tener problemas con la reina Isabel de Inglaterra.
Así fue que la fotografía artística en blanco y negro de Markle, que se publicó en la cuenta oficial de Instagram del British Fashion Council fue eliminada.
No obstante, el video con la secuencia fue subido a las redes por fans de la ex actriz.
De acuerdo al Daily Mail, al Palacio de Kesington no le impresionó que posara embarazada en este tipo de fotografía. “Había algo ostentoso en la forma en que posó sosteniendo su panza, además de que llevaba un esmalte de uñas oscuro que la Reina odia”, dijo una fuente. “No sería sorprendente si, consciente de ello, la misma duquesa pidiera que la retiraran”.
En su lugar se publicó una foto más convencional de la duquesa sobre el escenario. Significativamente, fue la misma foto que eligió Kensington para mostrar en sus cuentas oficiales.
Sobre esa noche también se dio a conocer que la duquesa estuvo protegida por un equipo de seguridad extremadamente estricto y que absolutamente nadie podía acercarse ella, sin importar cuán famosos fueran. Algunas de las estrellas más importantes en el evento, específicamente Kendall Jenner, Rita Ora y los Beckhams, fueron rechazados y no pudieron tener contacto.
Desde hace un tiempo, los tabloides británicos hablan de una mala relación entre la recién llegada a la familia real británica y Kate Middleton, la duquesa de Cambridge. Los reportes indican que se encuentran en el centro de una fuerte tormenta por el carácter “difícil” de Markle con el personal del Palacio de Kesington.