Meghan Markle ha cumplido este martes con el que es su último acto del año. Al menos oficialmente, porque ya sabemos que a ella le encanta hacer apariciones sorpresa. La duquesa de Sussex ha visitado en solitario la Brinsworth House de Twickenham para ver cómo la Royal Variety Charity’s ayuda a aquellos actores, artistas y trabajadores de la industria del entretenimiento que ya se han jubilado, publica Vanitatis.
Hace escasas semanas, la propia Meghan acompañaba al príncipe Harry a la grabación de la Royal Variety Gala, un show que se emite en televisión donde se alternan números musicales, trucos de magia o acrobacias y que pretende recaudar dinero para la fundación. Ahora, la nuera del príncipe Carlos ha querido conocer de primera mano a dónde va todo el importe destinado para esta fundación.
“Yo también podría unirme a vuestro club”, les ha dicho la duquesa en tono divertido a unos cuantos artistas que le han contado sus experiencias, ya que como ellos, conoce este mundo del espectáculo. La duquesa ha realizado un breve recorrido por la casa. Al preguntarle por su embarazo, Meghan ha acariciado cariñosamente su barriga y ha asegurado que se encuentra muy bien.
A quick touch of her baby bump and Meghan says she is feeling ‘very good’. pic.twitter.com/tvZkbnqXCW
— Rebecca English (@RE_DailyMail) December 18, 2018
Para el acto, la duquesa de Sussex lució un ajustadísimo vestido de la firma Brock Collection. Se trata del modelo Odilia y presenta escote cuadrado tanto por delante como por detrás, así como manga corta. Tiene un precio de 925 euros. Para ser sinceros, no creemos que este sea un diseño que le siente bien a Meghan, y menos teniendo en cuenta su avanzado estado de gestación. Está claro que no se trata de una prenda premamá y le queda apretado, produciéndole unas arrugas en la zona del abdomen.
A su llegada, la duquesa llevaba un abrigo gris de Soia & Kyo, valorado en 500 euros. Ha completado su estilismo con su cartera de raso rosa de Willbur and Gussie, los salones de Aquazzura, modelo Deneuve, en gris con lazada en la parte posterior -los tiene también en negro y en nude-, y los pendientes de Birks en forma de pétalo realizados en oro amarillo y diamante.
