Un cerdo muerto, colocado sobre una tela que decía “Ya han pasado dos años de espera, Venezuela paga los perniles” apareció en la mañana del miércoles en la Avenida da Liberdade en Lisboa, provocando el asombro de los transeúntes, publica Jornal de Notícias.
El animal podría haber sido colocado por desconocidos frente a la estatua de Simón Bolívar, el líder político venezolano del siglo XVIII, en lo que es la avenida principal de Lisboa, que fue retirado más tarde por los servicios de limpieza del Consejo Parroquial y enviado a una incineradora.
No se sabe el objetivo concreto de la inusual protesta, pero todo indica que está relacionada con la controversia del año pasado, cuando Nicolás Maduro acusó a Portugal de sabotear la exportación de perniles para el país, un producto muy buscado por los venezolanos durante la temporada de vacaciones. En ese momento, sin embargo, hubo empresas portuguesas que reclamaron una deuda que probablemente data del 2016.
“¿Qué pasó con los perniles? Fuimos saboteados y puedo decir de un país en particular, Portugal. Todo estaba listo, compramos todo el pernil que había en Venezuela, pero tuvimos que importar y nos sabotearon la compra”, dijo entonces Maduro.
La controversia fue en el momento rechazada por el Gobierno portugués, con el Ministro Augusto Santos Silva afirmando que el Ejecutivo no “interfería en los negocios”.
El año pasado, la empresa de procesamiento de alimentos Raporal- Rações de Portugal reveló que Venezuela debía, en ese momento, cerca de 40 millones de euros por el suministro de cerdo portugués.
En cuanto a la tradición, el pernil es para los venezolanos, como el bacalao para los portugueses. De tal forma que se calcula que al menos seis millones de venezolanos reciben ese producto a precios subsidiados.