La OPEP entra a su tercer año de recortes de producción en un mercado petrolero volátil con su ministro menos experimentado al mando.
Por S&P Global Platts | Traducción libre el inglés por lapatilla.com
El venezolano Manuel Quevedo, exgeneral de la Guardia Nacional del país, asumirá la presidencia rotativa del grupo en 2019. El momento de su ascendencia no podría ser peor.
El crudo Brent ha caído en picada un 40% desde que alcanzó los $ 86 por barril en octubre, a pesar de que la OPEP y sus aliados acordaron en diciembre un recorte de 1,2 millones de b / d. A medida que aumenten las preocupaciones sobre la fuerza de la demanda global, Quevedo será el responsable de mantener la paz dentro de la OPEP y garantizar que sus miembros cumplan sus acuerdos.
Su tarea se complica por el colapso de Venezuela como una fuerza importante en la industria petrolera. El país asolado por la crisis, con su producción de petróleo en decadencia, una inflación descontrolada y una deuda aplastante, se encuentra en una posición débil al frente de la mesa principal de la OPEP. Quevedo, un ferviente socialista, tendrá que luchar para ser escuchado como el principal portavoz ministerial del grupo.
Observadores de la OPEP dicen que la retórica proveniente de Venezuela, a menudo en contra de los Estados Unidos y desconectada con los desafíos reales que enfrenta el país, puede presentar un desafío para la organización, que intenta mantener a raya al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y mantener lazos vitales con Rusia para apuntalar los precios del petróleo.
“Hoy Venezuela necesita una persona de voz suave para mejorar su imagen en lugar de una retórica agresiva”, dijo Kamil al-Harami, un analista petrolero independiente con sede en Kuwait.
Quevedo, que también preside la empresa estatal de energía PDVSA, es leal al presidente Nicolas Maduro, quien lo nombró a fines de 2017. El gobierno de Caracas se ha convertido en un foco geopolítico para la administración de Trump junto con Irán, que también ha sido objeto de sanciones.
A pesar de las preocupaciones, Quevedo insiste en que su enfoque principal como presidente de la OPEP será mantener la tenue solidaridad dentro del bloque.
“Estamos buscando mantener la unidad entre la OPEP y los países que no pertenecen a la OPEP, continuar con la cooperación que ya tenemos y tener precios sostenibles para el petróleo crudo”, dijo Quevedo en una entrevista con S&P Global Platts al margen del encuentro de la Opep en Viena. “Esta cooperación ha sido exitosa”.
Venezuela está exenta de los últimos recortes de la OPEP. En su lugar, planea aumentar su declinante producción de petróleo en 1 millón b / d con la ayuda de la financiación rusa y china. Sin embargo, los analistas dudan de esos planes dada la corrupción endémica en el país, el lamentable estado de su infraestructura petrolera y la fuga de los principales expertos técnicos en PDVSA, que han sido purgados o han huido del país.
Venezuela bombeó apenas 1,17 millones de b / d en noviembre, según la última encuesta de producción de Platts OPEP, una caída de 630,000 b / d año a año y de 900,000 b / d en dos años.
“Sobre el grado en que Venezuela puede ser una fuerza de consenso y colaboración, tengo preguntas al respecto”, dijo Helima Croft, jefa global de estrategia de productos para RBC Capital Markets. “Ellos hablando de aumentar la producción, mientras que la OPEP está hablando de reducir la producción. Hay muchos problemas de credibilidad con lo que Venezuela está diciendo”.