El secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, inició este jueves el proceso para aplicar la Carta Democrática Interamericana a Nicaragua, que podría abrir la puerta a la suspensión de este país del organismo si fracasan antes las gestiones diplomáticas.
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“Nos vemos obligados a empezar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana”, así lo anunció Almagro durante la sesión extraordinaria de la Consejo Permanente de la OEA para discutir la crisis que vive Nicaragua luego de la presentación de un informe por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en donde se denuncian crímenes de lesa humanidad.
“Han lanzado a Nicaragua por el abismo de las dictaduras. Cuando esto ocurre debemos actuar”, aseveró Almagro quien propuso que los informes sobre crímenes de lesa humanidad en Nicaragua sean remitidos a la CIDH, Unión Europea y al Consejo de Seguridad de la ONU; también mencionó que solicitará a los Estados que los funcionarios señalados sean detenidos y juzgados.
Luis Alvarado, representante de Nicaragua, rechazó los informes de la CIDH por considerarlos parcializados y tergiversados. Además, acusaró a Almagro de injerencia y pidió su renuncia a la presidencia del organismo.
Por su parte, Almagro se dirigió hacia él mencionando: “Quisiera aferrarme a que usted y su Gobierno asuman la dignidad de asumir errores, de volver a principios que los llevaron a la democracia en Nicaragua”.
La Carta Democrática es un instrumento jurídico aprobado en 2001 para la preservación de la institucionalidad democrática en Latinoamérica.
Su artículo 20 establece que el secretario general o cualquier Estado miembro de la OEA puede solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente cuando en un país de la organización “se produzca una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático”.
Entonces, el Consejo Permanente de la OEA debe decidir si existe esa alteración del orden democrático y, a partir de entonces, se pueden tomar distintas gestiones diplomáticas. De fracasar estas, se inicia un proceso que podría llevar a la convocatoria de una Asamblea General extraordinaria, el foro político más importante de la OEA, en el que los cancilleres de América podrían suspender a un Estado miembro si estima que “se ha producido la ruptura del orden democrático”.
La comisión de Colombia, representada por Alejandro Ordóñez, comparó la crisis nicaragüense con la que ocurre en Venezuela: “Los crímenes que han ocurrido en Nicaragua durante las protestas sólo pueden ser comparados con los crímenes realizados en Venezuela por parte del gobierno de Nicolás Maduro”. Asimismo, el representante colombiano aseguró que “la situación de Nicaragua merece la apertura de la Carta Democrática Interamericana”.
Carlos Jativa, representante de Ecuador, condenó “las acciones que atentan contra la libertad de expresión en Nicaragua y contra todo su pueblo en el uso de severa represión y abuso de poder”. “La comunidad internacional no puede permanecer impasible y silente cuando se ha identificado la posible comisión de crímenes de lesa humanidad en contra del pueblo de Nicaragua”, puntualizó.
“En Nicaragua estamos hablando no sólo de abuso de la fuerza policial sino ya forma parte de un terrorismo de estado. Nuestros informes demuestran la falta de democracia en Nicaragua”, aseveró la comisión de Argentina, representada por Paula Maria Bertol. “Está ocurriendo terrorismo de Estado, como el que sufrimos en carne propia en Argentina. Manifestar pacíficamente, cantar el himno o lanzar globos no debería ser delito”, manifestó.
La lógica de dictadura está instalada en #Nicaragua y @OEA_oficial debe actuar para proteger y defender. Nos vemos obligados a empezar proceso de aplicación del artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana #OEAenNicaragua. Mi discurso hoy ante Consejo Permanente de la OEA pic.twitter.com/Hs3BmXHnYB
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) December 27, 2018
Con información de EFE.