A Maduro lo recibe 2019 con un reto que promete ser de palco mayor. Al Nicolás Maduro II lo alcanza el destino. Y en consecuencia la urgencia de demostrarse en la escena internacional. Este 10 de enero da inicio a un nuevo periodo presidencial, y el mundo ya le ha enviado señales sobre lo que hará ante el empeño de seguir gobernando. Más países retirarán embajadores de Caracas. Algunos romperán relaciones. Otros mantendrán la postura de no concederle el placet a los embajadores designados por la Cancillería. Ni siquiera el Vaticano lo ha hecho.
Por Juan Carlos Zapata / Konzapata
Es el Maduro aislado de la escena internacional. Es el Maduro que sufre la soledad. Levanta el teléfono y con quién se comunica. ¿Dónde están los aliados incondicionales? Se cuentan con los dedos. Y al mismo tiempo son más, muchos más, los que se suman a la línea de no reconocerlo como mandatario legítimo. Al tiempo, la tensión con los vecinos está a punto de traspasar la línea roja. Ya lo reseñó KonZapata: No hay plan en el bunker de Maduro. Solo discurso y respuesta militar. Solo gestos militares, como el de los aviones de combate rusos.
Para enfrentar este clima internacional, Maduro tendrá que desplegar toda la batería diplomática de que dispone. ¿Y qué posee? Fuerzas menguadas, aun tomando en cuenta las declaraciones de apoyo de Rusia, China, Cuba, Turquía y Bolivia. Aun tomando en cuenta el gesto de Andrés Manuel López Obrador de recibirlo en México.
Lo que pasa es que las fuerzas propias lucen escasas. Por ello es que las iniciativas en política exterior se aprecian lentas. Cuando la situación no les favorece, a los presidentes las iniciativas no les cuajan. A Maduro no le favorece la suya en este caso. Y la Cancillería no es que sea una maquinaria completamente aceitada y lista para emprender el reto que se le encima. Una fuente en Cancillería lo refleja con esta frase: “En el servicio exterior hay insatisfacción con el Gobierno”. Pero no con el gobierno de Iván Duque sino con el propio gobierno al que sirven. Es decir, con el gobierno de Maduro.
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