Decenas de temblores pero de poca magnitud han permitido pasar una noche tranquila a los habitantes del área cercana al volcán Etna, en la isla italiana de Sicilia, donde este miércoles se produjo un terremoto de 4,8 en la escala abierta de Richter.
La actividad sísmica está vinculada a la erupción del Etna que comenzó el pasado 24 de diciembre y que continúa aunque con menor intensidad.
El seísmo más fuerte durante la noche se registró a las 21.14 hora local (20.14 GMT) y fue de magnitud 2,3 y de 2 fue el último que se produjo a las 04.40 (03.40 GMT).
El terremoto de 4,8 en la escala abierta de Richter sacudió ayer a las 03.18 hora local (02.18 GMT) el noreste de isla de Sicilia y causó diez heridos leves y el derrumbe de varios edificios.
La erupción del Etna continua con la emisión de gas y ceniza aunque en menor medida respecto a los días anteriores y también disminuye la colada de lava, lo que permite el funcionamiento normal del aeropuerto de Catania.
El terremoto de ayer provocó que cerca de 600 personas fueran desalojadas de sus viviendas por lo que se les puso a disposición hoteles para pasar la noche, aunque muchos han preferido acudir a casa de familiares o pernoctar en sus vehículos.
El presidente de la región italiana de Sicilia, Nello Musumeci, declarará hoy el estado de calamidad y pedirá al Gobierno que declare el estado de emergencia.
También visitarán hoy Catania los dos vicepresidentes y líderes de los partidos en el Gobierno, Luigi Di Maio (M5S) y Matteo Salvini (Liga). EFE