Ni los países que tuvieron guerras en la región, ni los que sufrieron etapas hiperinflacionarias, llegaron al drama en que se encuentra Venezuela. Es el peor momento de nuestra historia. Y a pocos años, de un “boom” donde el petróleo superó los $100 por barril.
Realizada por la UCAB, la UCV y la USB, la encuesta nacional (Encovi) presenta cifras aterradoras. Hoy más del 90% de los venezolanos han caído en la pobreza y más de un 60% en pobreza extrema. La inmensa mayoría no tiene ni los ingresos ni los medios para cubrir sus necesidades básicas y más de la mitad ni siquiera las alimenticias.
El consumo final de bienes y servicios acumulados en el país presenta una caída a partir del 2012 que podría alcanzar el 41% en el 2019. El PIB per cápita se ubica en un 53% negativo, lo que quiere decir que por persona promedio, estamos consumiendo menos de la mitad que hace muy poco. Por ello lo de la reducción drástica de peso del Venezolano es una realidad.
La inversión pública y privada desde la fecha a caído un 40%, mermando la capacidad productiva. En materia petrolera la producción que estuvo en algo más de 3.500.000 en el gobierno de Caldera, hoy ronda los 1.100.000 barriles diarios.
Un déficit fiscal del 20% determina que se sigue gastando mucho más de lo que ingresa. Lo que se financia con el gigantesco aumento de la liquidez monetaria o creación de dinero inorgánico, que ha producido una inflación que supera el 1.000.000% anual.
La mortalidad general superó el 31%, la infantil el 21%, la desnutrición 33% en menores de hogares pobres. Los índices de escasez están entre 70 y 80% dependiendo del rubro.
La deuda asciende a 178 millardos de dólares, cifra que supera en más de 4 veces nuestros niveles de exportaciones. En los últimos cinco años la producción general cayó 50%.
Según el estudio de marras ya superamos a Haití como el país con las mayores desigualdades de la región. Y hay que recordar que para colmo vivimos además en el continente donde existen las mayores desigualdades a nivel mundial. Gracias a las políticas de corte marxista implantadas en los últimos 20 años estamos sentados sobre un barril de pólvora. En vías de ser un estado fallido que crea graves perjuicios a la región. Abismo o cambio para sobrevivir.