¿Los que seguimos aquí en Venezuela nos vamos a seguir calando y quejando de este mediocre régimen de Nicolás Maduro, sin duda el peor gobierno en la historia de nuestro país, o vamos a luchar por lograr el cambio que tanto urge en nuestra amada patria?
La pregunta se la hago, estimado lector, porque este 2019 que apenas vislumbra, según la mayoría de los economistas y entes de financiamiento internacional, será tan caótico que el 2018, a pesar de todo lo malo que fue, será recordado como “bueno”, ante el avance de la miseria, la pobreza, la hiperinflación y el cada vez mayor cierre de empresas que persigue el “socialismo del siglo XXI” a través de la ejecución del “plan de la patria”, que tiene como objetivo la instauración de una dictadura a la imagen y semejanza de la cubana.
Los que luchamos por evitar que el régimen de Maduro termine de consolidarse estamos en la obligación de concretar uniones y acciones que de una vez por todas derrumben este sistema que convirtió a los venezolanos en dependientes de una caja de comida algunas que han resultado incluso podridas de los CLAP, dejándolos también a la “buena de Dios” sin medicinas, sin hospitales, sin educación de calidad, sin transporte público, sin servicio eléctrico, sin agua potable, tratando de posesionar los antivalores, sobreviviendo apenas en medio de unos niveles de pobreza inéditos en nuestra historia que le sirven a “Maduro y su combo” como método de dominación para intentar mantenerse en el poder.
Sin duda que la pelea no será fácil, pero los que estamos del lado correcto de la historia tenemos que darla por nosotros, nuestros hijos y las generaciones que nos sucederán, más allá que esta cleptocracia chavista no solo tiene el poder, sino que también posee el dinero que se ha robado de nuestro petróleo y el que ahora saquea a través del mal llamado Arco Minero con la explotación del oro, los diamantes, el coltán y la bauxita perpetrando el mayor crimen ecológico en la historia de la humanidad. Además, ellos construyeron una red de delincuentes armados a los que denominan “colectivos”, que no son más que paramilitares, malandros que son usados para sembrar terror en la sociedad.
No obstante, ellos carecen de lo que a nosotros nos sobra: amor, honor, moral y dignidad para defender a nuestro país. Somos millones de venezolanos los que no nos vamos a calar que esta cúpula de delincuentes continúe sometiendo en la miseria a nuestros ciudadanos. En el Frente Amplio Venezuela Libre también estamos alienados en este objetivo, no obstante, planteamos a toda la oposición la imperiosa necesidad de que sean todos los factores que rechazamos este chavismo que destrozó al país que actuemos en función a que el adversario común que tenemos es Nicolás Maduro y toda la corrupción y podredrumbre que su mal ejercicio del poder significan.
Sirva este año 2019 para que la sangre de libertadores que corre por nuestras venas nos lleve a recuperar esa democracia que perdimos y que debemos mejorar. Debemos reventar las cadenas de la opresión madurista, que se manifiesta a través de ese instrumento del mal llamado “carnet de la patria”, que es toda una aberración del chavismo para tener un control social de los venezolanos.
También desde la Asamblea Nacional estamos comprometidos en dar este combate por Venezuela: no debe haber un ápice de dudas de que el diputado Juan Gerardo Guaidó, como presidente de la AN, así como Voluntad Popular, cumplirán con su rol estelar y coherente de desconocer a Maduro y declararlo usurpador, tal como lo harán más de 100 países que no lo reconocerán como presidente.
Nuestro estímulo de lucha son esos niños cuyos padres en este momento no tienen con qué alimentarlos; también son esas víctimas por la diáspora, que son casi 5 millones de familias desintegradas que con lágrimas en los ojos y a través de Skype “celebraron” la navidad; al igual que por esos que en años anteriores cenaban en diciembre con hallacas, pan de jamón y pernil y que hoy, a duras penas, comieron lentejas con arroz; así como la memoria de nuestros héroes civiles como Neomar Lander, Juan Pablo Pernalete, Jairo Ortiz, Armando Cañizales, Miguel Castillo, Paul Moreno, Danny Subero, Fabián Urbina, David Vallenilla y muchos otros valientes asesinados en medio de la represión de este régimen sanguinario; y por supuesto que no olvidamos a esos presos políticos que son nuestros hermanos que han sido torturados y hasta “suicidados”, por el “delito” de disentir del régimen chavista.
Son muchas las penurias que esta desgracia llamada chavismo le ha causado y le causa a mi país en 20 años, pero este 2019 no es de quejas sino de acción, y con Dios como testigo y guía de nuestros pasos: “Despierta y reacciona, es el momento”, decía el santo papa Juan Pablo II.
Ramón Flores
Diputado a la Asamblea Nacional
Presidente del Parlamento Amazónico
@liderhumano