El 2019 será un nuevo año de verdad para los venezolanos, si logramos dejar atrás lo perverso del tiempo doloroso que ha representado la narcotiranía para nuestro país. Por eso, no permitamos que estas mafias nos roben el nuevo año, con sus inmensas oportunidades de rehacer la República y sus instituciones, a que volvamos a vivir con fe, pero nunca jamás con miedo, a que brille la concordia y nunca jamás nos sintamos perdidos en la oscuridad de la violencia.
Maduro y su camarilla están vencidos, están fuera de lugar y deben ser sustituidos cuanto antes. Así lo establece nuestra Constitución Nacional que en sus artículos 230 y 231, el próximo 10 de enero se inicia un nuevo periodo, para lo cual no hay presidente electo, porque lo que ocurrió el pasado 20de Mayo fue un fraude, por lo tanto, cabría aplicar los artículos 25 y 138 de nuestra Carta Magna, porque definitivamente no hay presidente electo.
Siendo real que en Venezuela nuestra ley mayor está siendo pisoteada por la narcotiranía, haciéndola perder vigencia en la realidad, también deben activarse los dispositivos comprendidos en los artículos 333-335, el pueblo, todos sus factores, incluida la reserva moral de nuestra Fuerza Armada, obligada a hacer posible este propósito.
No hay más tiempo que perder, no hay más espacio para el Guabineo, errores calculados y las dudas que solo sirven para prorrogar la narcotiranía. El nuevo presidente de la Asamblea Nacional debe encabezar un gobierno de transición. Esa es la solución efectiva y audaz que se corresponde con la realidad llamados a superar.
Ya basta de tolerar que lo insólito se presente como normal, es hora de salir definitivamente de esta calamidad. La crisis de hoy es la gran oportunidad para el futuro promisorio que juntos podemos edificar, con la comprensión, respaldo claro y solidaridad de la comunidad internacional, que tiene que estar persuadida de que esta calamidad es también una seria amenaza para La Paz y estabilidad de nuestro hemisferio y para el resto del mundo.
Nota de prensa