El 2018 es el año menos mortífero en Siria desde que comenzó el conflicto en 2011, con casi 20.000 personas muertas durante los doce meses, entre ellas 6.482 civiles, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, reseña EFE.
De la cifra de víctimas civiles, 1.437 eran menores de edad y 886 mujeres, indicó la ONG, cuya sede se encuentra en el Reino Unido pero que cuenta con una red de colaboradores en el terreno.
Por otra parte, el Observatorio ha registrado el deceso de 5.852 combatientes sirios pertenecientes las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada liderada por kurdos, y otros movimiento.
Las FSD, apoyadas por la coalición internacional liderada por Estados Unidos, realizan desde septiembre del año pasado diferentes operaciones militares contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI), que se encuentran todavía apostados en el este del país árabe.
Entre los extremistas unidos a las filas del EI, del Organismo de Liberación del Levante (exfilial siria de Al Qaeda) y otros partidos islámicos que operan en el país, la ONG elevó la cifra a 2.746 muertos de diferentes nacionalidades.
Asimismo, en la parte gubernamental del presidente sirio, Bachar al Asad, el Observatorio pudo documentar la muerte de 1.722 efectivos, así como 2.237 combatientes aliados al Gobierno.
Septiembre de 2018 fue el mes, según el Observatorio, en el que menos civiles perecieron desde el inicio del conflicto en Siria, que cifró en 139, casi la mitad respecto a agosto.
En los anteriores meses de 2018, el número de decesos fue superior debido a que se estaban desarrollando ofensivas militares en diferentes puntos del país, donde el Ejército sirio y sus aliados han conseguido recuperar el control de la mayoría del territorio que estaba en manos de las facciones armadas opositoras.
Desde el comienzo de la contienda en Siria, el Observatorio ha documentado la muerte de más de 350.000 personas en el país, aunque esa cifra podría alcanzar el medio millón con los casos que no han podido ser verificados.